Si bien a Ada Colau y los comunes no se les asocia con la eficacia y competencia en la gestión, sí se les vincula con el idealismo y la honestidad debido, en parte, a su pasado como activistas. Sin embargo, esta percepción no casa bien con las últimas informaciones sobre la formación: el próximo 4 de marzo a las 10.30 horas, la alcaldesa de Barcelona deberá prestar declaración en calidad de investigada por los delitos de prevaricación, fraude en la contratación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas. Todo ello a raíz de una querella de la Asociación para la Transparencia y Calidad Democrática, que considera que Colau cometió estos delitos al conceder subvenciones a entidades afines a su partido.
La asociación estima que Colau firmó de manera arbitraria, discrecional y recurrente, sin concurrencia pública y sin justificar el interés público, una serie de ayudas y acuerdos económicos con el único objetivo de financiar los puestos de trabajo, las actividades y el funcionamiento de distintas entidades amigas. Así, se habrían otorgado ayudas a dedo a entidades como Observatorio DESC —en el que había trabajado la propia alcaldesa—, Ingenieros Sin Fronteras, Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) o Alianza contra la Pobreza Energética.
La reacción del constitucionalismo no se ha hecho esperar. «Exigimos a Colau que cumpla su propio código ético y dimita. Es inaceptable que siga un día más en su cargo estando imputada por delitos tan graves como prevaricación y fraude en la contratación. Desde Cs hemos denunciado reiteradamente sus dedazos a chiringuitos afines», denunció ayer la líder de los liberales en el consistorio, Luz Guilarte. Y es que el código ético de los comunes establece el «compromiso de renuncia o cese de forma inmediata de todos los cargos, ante la imputación por la judicatura de delitos relacionados con corrupción, prevaricación con ánimo de lucro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos públicos o privados, cohecho, malversación y apropiación de fondos públicos, bien sea por interés propio o para favorecer a terceras personas».
COLAU ,SIGUIENDO LA COSTUMBRE DE LOS POLITICOS CATALANES , ES UNA INFILTRADA DE LA CUP PARA ATRAER A SUS VOTANTES DE PODEMOS A LA CAUSA SEPARATISTA.ASÍ PASÓ CON ERNEST MARAGALL QUE DEL PSC PASO A ERC.
LA VIDA NO PONE A TODOS ENEL LUGAR QUE NOS CORRESPONDE . ESTOY SEGURO QUE SALDRA DEL PUESTO Y PONDRAN A ALGUIEN QUE SEA DE PODEMOS.