18 años. Es el tiempo que ha debido transcurrir para que la selección española de fútbol vuelva a jugar un partido en Barcelona. Así lo ha confirmado el presidente de la Federación (RFEF), Luis Rubiales, que ha informado que el equipo de Luis Enrique jugará el próximo 26 de marzo un partido amistoso con Albania en el RCDE Stadium, sede en la que suele jugar el Espanyol. Al parecer, el regreso de la Roja a la Ciudad Condal era uno de los objetivos que se había marcado Rubiales, que ha recibido el apoyo del equipo blanquiazul.
Dicho regreso se había topado con diversas dificultades. Por una parte, el rechazo de Barcelona y Espanyol a ceder su estadio. Por otra parte, y pese al empeño de la asociación Barcelona con la selección, las trabas puestas por el Ayuntamiento de Ada Colau a cualquier evento relacionado con la selección española. Cabe recordar que el consistorio no entregó durante la Eurocopa de 2016 los permisos para instalar pantallas gigantes para que pudiera verse el Italia-España. La historia se repitió dos años después, al negarse Colau a que se ofrecieran en directo los partidos del Mundial de Rusia.
El separatismo boicoteó el partido de 2004
La ocasión es histórica por cuanto el último amistoso de la Roja en Barcelona tuvo lugar en un ya lejano 18 de febrero de 2004, en el que la selección venció a Perú con goles de Joseba Etxebarria y Rubén Baraja. El partido fue boicoteado por los espectadores separatistas, que animaron al equipo visitante. En la memoria de muchos, por otra parte, están los partidos jugados por la Selección en la Olimpiadas del 92, donde la Roja obtuvo la Medalla de Oro.