La pequeña historia del reparto de 9 millones
El BOE del pasado 20 de octubre publicaba un Real Decreto propuesto por el Ministerio de Trabajo (Yolanda Díaz) en el que se repartían directamente, entre cuatro Comunidades Autónomas, 9 millones de euros procedentes de los Fondos Europeos Next Generation (en adelante, Fondos NG).
Las Comunidades beneficiarias eran Navarra, País Vasco, Extremadura y Comunidad Valenciana. Los fondos asignados deberían destinarse por esas Comunidades a proyectos de emprendimiento, microempresas y jóvenes.
La denuncia de Díaz Ayuso
Nueve millones de euros es una cantidad irrisoria, dentro de la magnitud de los Fondos NG. Pero llama la atención que se asignen sólo a esas cuatro Comunidades (gobernadas precisamente por el PSOE y sus aliados). ¿Por qué se excluye a las demás? Y, más por el fuero que por el huevo, la Presidenta de la Comunidad de Madrid ha recurrido el tema ante el Tribunal Supremo y lo ha denunciado a la Comisión Europea.
La Comisión Europea recuerda que es obligación del Gobierno garantizar el correcto reparto de los fondos europeos y que debe implantar un sistema de control nacional que impida el conflicto de intereses, la corrupción, el fraude y la doble financiación. Y que asegure que los fondos gastados se utilizan para los objetivos aprobados. Bruselas vigilará todo esto.
La señora Calviño ha dicho que le sorprende que Madrid reclame más fondos cuando sólo tiene la política de bajar impuestos. Es una reacción extraña pues el derecho de Madrid a recibir Fondos NG no tiene nada que ver con los mayores o menores impuestos que cobre. Y en todo caso tiene que quedar claro que no hay arbitrariedad en el reparto. Por otro lado, la señora Calviño sabe de sobra el dineral que aporta Madrid a los fondos de reequilibrio comunitarios: el Fondo de Garantía y el Fondo de Suficiencia. Madrid es la aportante número 1 a estos Fondos: 4.950 millones, seguida a larga distancia por Cataluña que sólo aporta 960 millones. Y también sabe la señora Calviño lo poco que recibe Madrid del Fondo de Convergencia, dotado íntegramente por el Estado con 5.200 millones. De este Fondo Madrid recibe sólo 87 millones, frente a los 1.084 que recibe Valencia o los 954 que recibe Cataluña. Los datos son de 2020. Sobran los comentarios.
Puestos a opinar, podría haber manifestado sorpresa por la asignación de fondos al País Vasco o Navarra, Comunidades ambas que hacen lo que quieren con sus impuestos y que aportan muy poquito a la solidaridad.
El fondo de la cuestión
Nueve millones es una cifra anecdótica, pero la anécdota nos sirve para recordar la categoría, es decir, cómo deben gestionarse los Fondos NG. Y para comprobar cómo se están gestionando.
¿De qué cifras estamos hablando? Los Fondos NG traerán a España 72.000 millones de euros en subvenciones y 68.000 millones en préstamos. A aplicar entre 2021 y 2026. Es una oportunidad histórica.
En el pasado año 2021 hemos recibido subvenciones por 19.000 millones. De ellos, 9.000 en agosto y 10.000 en diciembre.
Gastar bien el dinero no es fácil
Aunque parezca mentira, no es nada fácil gastar bien estos dineros. Ni siquiera es fácil gastarlo todo. La mejor prueba la tenemos en la ejecución de los fondos estructurales y de inversión recibidos hasta ahora del Presupuesto ordinario de la UE.
En el último presupuesto comunitario, 2014-2020, España recibió fondos estructurales y de inversión por un importe de 56.500 millones de euros. Para 7 años. Los Fondos principales eran el Fondo Agrícola y de Desarrollo Rural (FEADR), el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Pues bien, aunque cueste creerlo, al finalizar el período presupuestario, el 31.12.2020, España sólo había gastado efectivamente 24.000 millones (el 42% de los 56.500). No hemos sido capaces de gastar ni siquiera la mitad. ¡Cómo si no hubiera cosas en que invertir! Y, para más vergüenza, hay que decir que España es, entre todos los países de la UE, el que peor se ha comportado en este tema. El último, sin paliativos. Italia ha gastado el 51%, Alemania el 62%, Francia el 66%.
Tenemos hasta 31.12.2023 para gastar lo que queda pendiente. Espero que seamos capaces de gastarlo todo.
¿Qué va a pasar con los fondos NG?
Hay que evitar a toda costa que con la gestión de los Fondos NG nos pase lo mismo que con la gestión de los fondos estructurales. Hay que gastar todo,
en plazo, y bien. Y la pregunta obligada es ¿cómo ha ido la cosa con los 19.000 millones recibidos en el 2021?
Lo primero que hay que decir es que cuesta mucho obtener información fiable sobre este tema. No hay una web oficial donde se encuentre información actualizada y asequible sobre la gestión de los Fondos NG. Entresacamos algunas informaciones al respecto:
1.El Ministerio de Economía dice que, en 2021, de los 19.000 millones, se han comprometido 17.000. Pero desde que un gasto se compromete hasta que se desembolsa efectivamente hay un largo trecho. Veamos.
2.De los 17.000 millones comprometidos, 8.000 millones se han transferido en 2021 a las CCAA para gastar en Vivienda, Transición ecológica, Educación Sanidad, Servicios sociales y apoyo a Pymes y Autónomos. Las CCAA que más han recibido son: Andalucía (1.881 millones), Cataluña (1.706), Madrid (1.284), Valencia (1.254) y Canarias (630). Pero no tenemos información sobre lo que han hecho las CCAA con ese dinero. ¿Lo han gastado ya? ¿Cuánto? ¿En qué? Tienen que contarlo.
Según dice EL PAIS del 24.11.2021, los Bancos están cobrando comisiones a las CCAA por los cuantiosos depósitos bancarios ociosos. Increíble.
3.Hay además 2.436 millones que han ido al Ministerio de Sanidad, sobre todo para compra de vacunas y gastos sanitarios.
4.¿Qué ha pasado con el resto del dinero comprometido, unos 6.560 millones? De ellos, sólo constaban como adjudicados 711 millones. Así lo dice Manuel Hidalgo, experto de ESADE en estos temas (EL PAIS, 12.12.2021). En su opinión, parte del decepcionante crecimiento económico del 2021 podría atribuirse a la lentitud en la gestión de los Fondos.
4.La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que más del 60% de los fondos proyectados para el 2021 no se gastarán en el ejercicio y recuerda que hasta agosto sólo se habían desembolsado 104 millones (dato literal), según datos de la Intervención de Hacienda (IGAE).
5.Según una encuesta realizada por Ernst&Young entre 100 expertos en Fondos europeos (funcionarios, economistas y empresarios), sólo el 7% considera adecuada la información existente. El 60% considera que el sistema de gestión de los Fondos facilita poco o nada el acceso a ellos. (publicado en EL PAIS el 29.11.2021).
6.La CEOE ha publicado este mes de enero su Informe de Seguimiento de los Fondos NG. Es un lamento profundo desde las empresas. Apunta graves fallos en la gestión: ritmo lento en convocatorias de subvenciones y licitaciones de contratos públicos, plazos mínimos para presentar proyectos, falta de agilidad administrativa, baja co-financiación, muchas limitaciones para Pymes (un 65% no pueden participar)…
Reclama mejor información: una página web que agrupe el conjunto de convocatorias y licitaciones del sector público (no sólo de la Administración Central). Y denuncia que no exista ninguna fuente oficial que de manera centralizada recoja datos detallados e integrados respecto a la ejecución de los Fondos. Así, es prácticamente imposible enterarse de cómo va esto.
Conclusiones
1.Gastar bien es difícil. Es fácil gastar bien el dinero en obras públicas como una autovía, la ampliación de un aeropuerto o un gran hospital. O una reforestación masiva (a ver si se les ocurre). Eso lo hace un contratista privado. No es tan fácil gastar bien en investigación científica, o en la digitalización de la administración o en desarrollar un proyecto nacional de tele-medicina. Y eso que ésos son todos proyectos exclusivamente públicos. Pero exigen mucha finura y mucha competencia técnica. Pero lo que es muy difícil para nuestras Administraciones es invertir en proyectos empresariales público-privados con gran creación de empleo. Y esto último es lo más importante de los Fondos NG: por cada euro público habría que captar tres euros de capital privado y así acometer proyectos de envergadura que modernicen el tejido productivo del país.
2. Necesitamos una Agencia ad hoc. Para hacer esto bien debe crearse una Agencia Oficial, en la que participen Gobierno, Oposición, Comunidades Autónomas, empresarios, sindicatos, funcionarios, técnicos independientes… bien dotada de medios para gestionar con la máxima profesionalidad todo el proceso de reparto de los fondos. Y que sepan conectar de verdad con las empresas privadas en la puesta en marcha de proyectos.
3.Transparencia total. Es indispensable que esa Agencia ofrezca información oficial actualizada y asequible. Con toda claridad. Excluyendo toda posibilidad de arbitrariedad, conflicto de intereses, fraude, corrupción o doble financiación.