Alexandra era consciente de la gran crisis humanitaria que está viviendo Venezuela, el país que la vio nacer. Sin embargo, a raíz de la llegada de su hermana a Barcelona, descubrió, a través de ella, que la realidad allí era mucho más tormentosa de lo que imaginaba.
La angustia se apoderó de ella y desde Rubí, la ciudad donde reside, empezó a enviar medicamentos a familiares y conocidos, un proyecto humanitario personal que costeaba con su dinero y que hoy, gracias al apoyo social, se ha convertido en la esperanza de más de 300 niños y ancianos al otro lado del charco.
Llamamiento a través de las redes sociales
Un día decidió pedir ayuda a través de las redes sociales de su ciudad con la esperanza de que los vecinos la ayudasen a recolectar medicamentos y productos de primera necesidad para enviar a Venezuela. «La respuesta fue brutal», cuenta orgullosa a El Liberal. «La gente de Rubí es preciosa», dice.
Mimejoramigo.es
Alexandra pasó días enteros en la plaza del pueblo, sin importar el frío ni el calor que pudiese hacer y las cajas empezaron a inundar su hogar. Hoy, casi cuatro años después, su proyecto personal, ‘Mimejoramigo.es’ se ha convertido en una obra social que ayuda de manera directa a 3 instituciones y 300 personas vulnerables en Venezuela.
Acogido por Biocorcho, una empresa que apostó por tener sentido de responsabilidad social desde su creación, el proyecto ha conseguido que «más de 300 personas reciban cada mes cajas con ayuda humanitaria. Más de 2000 kilos, debidamente documentados, han sido salvados y convertidos en 2000 kilos de esperanza entregada en Venezuela» a la Fundación Mamá Lis, a la Residencia de ancianos Ernesto Jiménez en Quibor y a niños de la Casa Hogar Carpintero de la Montaña, entre otros.
El proyecto ha conseguido que «más de 300 personas reciban cada mes cajas con ayuda humanitaria. Más de 2000 kilos, debidamente documentados, han sido salvados y convertidos en 2000 kilos de esperanza entregada en Venezuela»
Todas las donaciones viajan con Liberty Express Badalona y Liberty Express Sant Cugat en lotes cuyo envío pagan directamente los voluntarios a la agencia y que llegan puntualmente a su destino para hacer felices a muchas personas que lo necesitan.
Rubí prepara la exposición de «Efecto mariposa» que abrirá sus puertas el 20 de enero en la sala de arte de la biblioteca de la ciudad
Mi mejor amigo.es, un proyecto social de Biocorcho junto con artistas como Pep Borrás y Laura Patricio que se juntan en un proyecto de ARTE PÚBLICO para explicar cómo pequeñas acciones de reciclaje logran cambiar la vida de 300 personas desfavorecidas en Venezuela.
El objetivo de la exposición «Cuando materiales descartados se convierten en Ayuda Humanitaria para Venezuela: Efecto mariposa» es fomentar la conciencia ciudadana a través del arte en torno a la importancia de darle una segunda vida a las medicinas, material escolar, pañales, etc., que acabarían, probablemente incinerados, pero una vez recuperados y enviados en barco representan para muchas personas la única esperanza para vivir.
Efecto mariposa» es fomentar la conciencia ciudadana a través del arte en torno a la importancia de darle una segunda vida a las medicinas, material escolar, pañales, etc
Muchos colegios regalarán un recorrido inolvidable y didáctico a sus alumnos
Durante los días que dure la exposición, muchos colegios ya han confirmado que llevarán a sus niños y niñas para que vivan en primera persona la labor de este proyecto. A lo largo de 150 metros cuadrados, los pequeños aprenderán, sentirán y crecerán humanamente a lo largo de un recorrido que les mostrará a través de texturas y decorados al detalle, espacios ambientados en dos realidades: la de España y la de Venezuela.
A lo largo de 150 metros cuadrados, los pequeños aprenderán, sentirán y crecerán humanamente a lo largo de un recorrido que les mostrará espacios ambientados en dos realidades, la de España y la de Venezuela.
Interacción, unión y crecimiento personal para los más pequeños
Cuenta Alexandra que a lo largo del paseo, los escolares andarán por un espacio que les resultará familiar con los materiales y las comodidades que disfrutan diariamente en sus hogares. Después, pasarán a otra realidad donde verán imágenes de niños y abuelos felices pero alojados en un decorado que demuestra la diferencia que hay entre esas dos realidades.
Ellos mismos, explica emocionada, podrán interactuar con el proyecto eligiendo de ‘su espacio’ los productos que creen que podrían servir de ayuda a los ancianos y niños ‘del otro lado de la exposición’.
Los niños podrán interactuar con el proyecto eligiendo de ‘su espacio’ los productos que creen que podrían servir de ayuda a los ancianos y niños ‘del otro lado de la exposición’.
También encontrarán la incineradora del Besós con todos los materiales dentro que aquí se incineran: pañales, medicinal, material escolar, etc. y que si se les da una segunda oportunidad pueden mejorar la calidad de vida de los más vulnerables.
Un pedacito de Venezuela sueña gracias a Barcelona
Son muchos los mensajes de agradecimiento que Alexandra Medina recibe personalmente a través de su cuenta de Twitter @Alexenlazadora y de Instagram @mimejoramigo.es en nombre de ese pedacito de cielo Venezolano donde desde hace cuatro años brilla más el sol gracias a la humanidad y la buena fe de tantas y tantas personas.