Parte de la izquierda parece ver con optimismo el problema nacionalista en Cataluña, asegurando que la situación es menos crispada que en los últimos años: la tensión social ha disminuido y el secesionismo gobernante apuesta por la negociación frente a la vía unilateral. Sin embargo, no todas las voces progresistas parecen compartir este tranquilizador diagnóstico. Es el caso del escritor Javier Cercas, colaborador en el El País y una de las bestias negras del separatismo por haberse mostrado crítico con el golpe contra la legalidad constitucional perpetrado en 2017.
Así, en una columna en el suplemento dominical del diario, Cercas alerta de que los separatistas «pueden volver a hacerlo». «La razón», aduce, «es que cuentan con todos los instrumentos con que contaban en 2017, empezando por el poder político y el poder emocional». El novelista explica que gracias al primero, centenares de miles de personas dependen económicamente del secesionismo. Y que, gracias al segundo, se interpreta que quien no es secesionista es un «fascista».
Control nacionalista de los medios
Por otra parte, Cercas recuerda que los separatistas «poseen el control de los medios de comunicación en catalán, los únicos a los que hacen caso los secesionistas, entre otras razones porque son los únicos que hablan su lengua». Siendo éste el panorama, el escritor lamenta que nadie está tomando cartas en el asunto para que no se produzca un nuevo levantamiento separatista en el futuro. «¿Alguien está trabajando para descolonizar el lenguaje, las instituciones, los medios de comunicación o las organizaciones civiles, ocupadas por el nacionalismo durante décadas, y para devolvérnoslos a todos los catalanes? ¿Hay algún plan para hacerlo? Si lo hay, no lo parece», concluye.