El TSJC ha vuelto a dar un nuevo golpe a la imposición del catalán como única lengua vehicular en la enseñanza, tal y como estipula el controvertido sistema de inmersión lingüística. En esta ocasión, el centro afectado por la decisión judicial es el Instituto Ramón Barbat, ubicado en el municipio de Vila-Seca, en Tarragona. La sentencia llega el mismo día en el que el Govern ha anunciado que dará cobertura a los profesores que se nieguen acatar las decisiones judiciales en contra del catalán.
Este caso es un nuevo triunfo de la Asamblea para una Escuela Bilingüe, que ha asesorado a la familia que reclamó ante la Justicia contra la inmersión lingüística. La sentencia, según ha informado la entidad en su cuenta de Twitter, deja claro que el centro tendrá que revisar su proyecto lingüístico e incluir, como mínimo, un 25% de las horas lectivas en castellano. El proyecto ahora mismo vigente en el centro, según la sentencia, «no respeta el porcentaje mínimo» por lo que sus responsables tendrán que revisarlo para que, a partir de ahora, «refleje el uso vehicular de ambas lenguas oficiales».