Los más de 6 millones de euros públicos que recibe anualmente el Grupo Godó conllevan, entre otras cosas, que las críticas de sus medios de comunicación al Govern sean casi irrelevantes. Pero, en ocasiones, los responsables de estos medios cometen errores y eso es lo que ha debido suceder con un artículo de un colaborador habitual de La Vanguardia, Pedro Nueno, que ha visto cómo retiraban una de sus columnas en las que, curiosamente, daba a conocer un hecho grave para la economía catalana y responsabilizaba del mismo al presidente del Govern.
Según el relato de Nueno, todo estaba listo para firmar un contrato con el fabricante de automóviles chino, Great Wall, que traería su producción a Barcelona en las que han sido las instalaciones de Nissan. De todos es sabido que los chinos dan gran importancia al protocolo y de ahí que fuera imprescindible la presencia del Presidente de la Generalitat en la firma del contrato que, por petición del republicano, tendría que celebrarse en Pekín, a pesar de que el fabricante está radicado en otra zona de China.
El presidente viajero
Al acto asistirían representes del fabricante y de otras empresas de componentes y autoridades locales y del Gobierno chino. Un día antes de la firma, Nueno contactó con el Presidente de la Generalitat para explicarle los detalles del encuentro y este le dijo que no asistiría. A pesar de que Nueno le indicó que su plantón sería «un insulto» para el Gobierno chino, Aragonés se mantuvo en su negativa a desplazarse a Pekín con el sorprendente argumento de que «la gente decía que hacía muchos viajes«. El desenlace del capricho del Presidente de la Generalitat era de esperar: «Se presentaron cuatro individuos y dijeron que eran el equipo de la Generalitat en China y que representaban al president. El chino les agradeció que viniesen e inició el acto. Fue un acto muy frío, aceleró la comida, se fue pronto y no quiso saber nada más de invertir en Barcelona».
El artículo de Nueno, titulado Viajando, salió en la primera edición en papel de La Vanguardia del día 2 de enero. En la siguiente edición fue eliminado y no hay rastro del mismo en la web del diario del conde de Godó. Dada la importancia de lo que relata Pedro Nueno es evidente que no se trata de un error.