La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) prevé una Nochevieja con más de 1.500 botellones y fiestas ilegales en Cataluña debido a las restricciones.
Así lo ha transmitido este miércoles a través de un comunicado en el que recuerda que el ocio nocturno sigue pendiente de la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para que el sector pueda abrir la noche de Fin de Año.
Según Fecasarm, si continúan las restricciones y los locales de ocio nocturno deben cerrar a partir de la 1 de la madrugada, «se dispararán» las reuniones sociales de más de 10 personas en lugares no adecuados y sin que se cumplan las medidas de seguridad. Así, el sector se ha mostrado preocupado tanto por el impacto económico que sufrirán los locales como por la oleada de contagios que puede suponer este incremento de encuentros masivos no controlados.
«Queremos mostrar nuestra preocupación por las consecuencias de la inexistencia total de oferta de ocio nocturno legal, así como de oferta de restauración desde la una de la madrugada durante la noche de Fin de Año. En este sentido, por segundo año consecutivo en estas fechas, estamos detectando una importante y creciente oferta de fiestas ilegales, cosa que desembocará en episodios iguales o peores que los vividos durante el mes de septiembre pasado, alimentados por las buenas temperaturas previstas y por el hecho de que la mayoría de municipios no tienen toque de queda».