Al calor de la sentencia del 25% en castellano y del acoso nacionalista al niño de Canet, el separatismo y parte de la izquierda ha repetido insistentemente que en Cataluña existe un gran consenso social en torno a la inmersión, un sistema que contempla el catalán como única lengua vehicular en la educación. Sin embargo, tal aseveración dista mucho de ser cierta. Al menos, es lo que ha dejado en evidencia una encuesta realizada ante de las polémicas mencionadas y publicada hoy por La Vanguardia, que muestra que la mayoría de catalanes, más allá de sus diferencias ideológicas, desea más castellano en la escuela.
El estudio, efectuado en octubre a partir de 1.500 entrevistas por investigadores de la UNED y la UAM, muestra que, de poder elegir, los catalanes querrían un 47% de las clases en catalán, un 26% en castellano, un 19% en inglés y un 8% en otras lenguas. Significativamente, los resultados coinciden con el 25% de español establecido por el fallo del Supremo antes mencionado. Los investigadores destacan que en el sondeo se omitió a propósito el concepto «inmersión» para eludir su carga política.
Los votantes de la CUP, los más radicales
Llama la atención que los votantes con preferencias lingüísticas más de acorde al sistema actual serían los de la CUP (57% en catalán, 19% en castellano), mientras que los más equilibrados fueron los partidarios de Vox y el PSC (30% en catalán y 40% en castellano los primeros, y a la inversa los segundos). Por otra parte, la mayoría de los encuestados se mostraron de acuerdo en ser atendidos en catalán y castellano. En cuanto al derecho a la educación en lengua materna, los ciudadanos se mostraron mayoritariamente a favor. De nuevo, la CUP fue la opción con postulados más extremos: mientras un 4,9% aprobó el derecho a estudiar en la lengua materna si ésta era el catalán, solo el 2,6% veía con buenos ojos el derecho a estudiar en el idioma materno si se trataba del español.
Hombre, eso estaba cantado… ya se sabia en la calle, Es vox populi que los separatas falsean las encuestas, las manifestaciones etc. Con dos dedos de frente lo ve cualquiera.