La Assemblea Nacional Catalana (ANC), presidida por Elisenda Paluzie, dispuso en 2019 de nada menos que 7 millones de euros para funcionar como lobby de presión contra España ante la UE. Esta cantidad es la que, según el digital Vozpópuli, figura en el portal de transparencia de la UE.
Este dinero se empleó para mantener reuniones en Bruselas con miembros de la UE. Algo muy habitual en las grandes corporaciones, pero no tanto en las asociaciones como la ANC. Una entidad cuya financiación siempre ha estado en el punto de mira por lo elevado de la misma a pesar de no contar con inyecciones de dinero de la Generalitat o los ayuntamientos separatistas.
Condiciones sociales
En el portal de transparencia de la UE, la ANC indica como objetivo de la entidad «promover las condiciones sociales y políticas necesarias para lograr un Estado catalán independiente, de derecho, social y democrático». También plantea como finalidad de su acreditación ante la UE «reunir a todas las personas que trabajan por objetivos similares de la Assemblea Nacional Catalana, agrupaciones, movimientos sociales, partidos políticos o particulares», además de «facilitar, impulsar y acoger todo tipo de iniciativas democráticas enfocadas al logro de los objetivos anteriores».
La ANC fue creada en 2012 y es la promotora de las grandes movilizaciones por la independencia. Manifestaciones que, con los años, han ido perdiendo fuerza, pasando del cerca del millón de asistentes a los poco más de 100.000 participantes. Su primera presidenta fue Carme Forcadell, quien posteriormente ejerció como presidenta del Parlament. Este cargo, y su responsabilidad en la intentona golpista de 2017, la llevaron a ser condenada por el Tribunal Supremo. Ahora se encuentra en libertad gracias al indulto del Gobierno de Pedro Sánchez. Forcadell fue sustituida al frente de la ANC por Jordi Sánchez, quien también fue condenado por los mismos hechos e indultados. Su actual presidenta es Elisenda Paluzie, quien no goza del mismo nivel de influencia en el Govern y en los partidos separatistas que sus antecesores.