La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años y seis meses de prisión a la conocida vidente Pepita Vilallonga y a dos personas más de su equipo por un delito de estafa continuada. Además, la ha condenado a una inhabilitación de dos años y medio para toda actividad económica referida al esoterismo.
Según la sentencia, los tres acusados estafaron una mujer a quien pronosticaron la muerte inminente. La sala considera probado que se aprovecharon del «frágil estado mental depresivo de la perjudicada, la angustia generada y su veterana capacidad de manipulación previo temor fundado por una muerte venidera». La señora acabó pagándoles más de 40.000 euros para que la ayudasen a «evitar su muerte».
La sala considera probado que se aprovecharon del «frágil estado mental depresivo de la perjudicada, la angustia generada y su veterana capacidad de manipulación previo temor fundado por una muerte venidera».
La vidente declaró no haber visto «jamás» a la víctima
Vilallonga declaró en el juicio que «jamás» había visto a la víctima y que «rara vez» realiza directamente los servicios mágicos y esotéricos que se prestan en su gabinete, ya que «yo no gestiono la tienda». «Es otra empresa la que se dedica a la explotación de los servicios, yo sólo me dedico a la publicidad», a los programas de televisión y a «proporcionar clientes», aseguró.
Según la acusación particular, la víctima sufría una depresión grave, que desembocó en una invalidez absoluta, por lo que en 2016 empezó a seguir este tipo de programas programas de videncia. A finales de noviembre de ese año decidió pedir cita en el gabinete que Vilallonga tenía en Barcelona.
La víctima sufría una depresión grave, que desembocó en una invalidez absoluta, por lo que en 2016 empezó a seguir este tipo de programas programas de videncia.
«Tienes un mal de ojo muy fuerte, tienes un muerto en la espalda, no llegas a final de semana ni tú, ni tus perros», le dijo la vidente. Para poder salvarla de una muerte inminente le pidieron un pago de 4.400 euros, después 10.000 más para obtener la ayuda del ‘Padre Giorgio’ que, casualmente, según le dijeron dos días después, había sufrido un accidente y le pidieron 17.000 euros más, que ella accedió a pagar.
«Tienes un mal de ojo muy fuerte, tienes un muerto en la espalda, no llegas a final de semana ni tú, ni tus perros».
Pepita Vilallonga a la víctima
Las facturas nunca llegaron
Poco después volvió a desembolsar otros 10.000 euros más pero, al parecer, no era suficiente. Los acusados le pidieron otro pago de 3.000 euros, y ahí la mujer les dijo que no disponía de más dinero. La víctima, consciente de que la estaban estafando pidió de manera reiterada facturas de los pagos efectuados sin éxito y llegó a acudir a la cita con una grabadora en el bolso.