Dos días después de sacar a las calles de Barcelona a 35.000 personas en defensa de la escuela monolingüe, ERC y Junts, es decir, el Govern, han decretado este lunes el cierre del ocio nocturno en la comunidad autónoma y han pedido permiso a la Justicia para poder ordenar un nuevo toque de queda entre la 1.00 y las 6.00 horas durante las fiestas de Navidad.
Las altas cifras de contagio de la variante ómicron ya eran más que conocidas por parte de los separatistas cuando este fin de semana tanto ERC como Junts animaron a sus bases a manifestarse en la capital catalana contra las últimas sentencias del TSJC en defensa del castellano. Es más, el otrora científico de cabecera del Govern, Oriol Mitjà, ya había pedido el sábado restricciones más duras para hacer frente a la supuesta debacle sanitaria que puede traer ómicron. Pero el Govern pasó de largo por estas recomendaciones y sacó a la calle a unas 35.000 personas sin cumplir ni una sola de las medidas de seguridad habituales.
Restaurantes al 50%
24 horas más tarde, los partidos separatistas no solo han decretado el cierre del ocio nocturno sino que han ordenado que se limite la participación en las reuniones navideñas a tan solo 10 personas. El aforo máximo de los restaurantes volverá a ser del 50% mientras que en actos culturales, religiosos y gimnasios queda fijado en el 70%. El Ejecutivo presidido por el republicano Pere Aragonés ha pedido también a las empresas catalanas el retorno al teletrabajo en la medida de lo posible.
Las nuevas restricciones deberán ser aprobadas por el TSJC y está previsto que entren en vigor a las 00.00 horas del 24 de diciembre. Tendrán una duración inicial de 15 días, es decir, hasta el día de Reyes. La portavoz del Govern, Patricia Plaja, ha defendido la necesidad de volver a las restricciones porque «es imprescindible reducir la movilidad y la interacción entre personas que no son grupos burbuja». Y ha advertido de que «si no se toman medidas con carácter urgente, el impacto será mucho más fuerte«. El titular de Salud, Josep Maria Argimon, ha indicado, por su parte, que ómicron «dominará pronto en toda Europa», lo que hace imprescindible agilizar la tercera dosis de la vacuna.