En un artículo publicado en el diario separatista vasco Berria, el expresidente Quim Torra, inhabilitado por colgar propaganda independentista en la Generalitat en periodo electoral, ha pedido el incumplimiento de las últimas sentencias del TSJC, una de ellas refrendada por el Tribunal Supremo, sobre el incremento del castellano en la educación en Cataluña. El texto lo firman también Josep Lluís Carod Rovira y Antonio Baños, entre otros.
Los autores del texto aseguran que «el ejecutivo y el legislativo no dependen del poder judicial en las verdaderas democracias». Por ello apuntan que, «si la mayoría está a favor de un modelo de escuela, hay que aplicarlo y defenderlo con todos los recursos«. En un ejercicio de incoherencia manifiesta, piden que la lengua no sea objeto de politización pero, a la vez, exigen que «los hábitos lingüísticos» no queden en manos de los centros escolares y que sean las instituciones las que interioricen «una estrategia» aceptando «todas las consecuencias para no tener que someterse a las resoluciones contra el modelo catalán y de inmersión escolar».
No cambiar de lengua
Piden también que el Govern ofrezca «protección legal» a los centros que no cumplan las sentencias e insinúan que la «oposición», es decir, los constitucionalistas, «además de financiación directa, tienen un apoyo institucional silencioso». Culpan a España y Francia de «destruir por completo» la inmersión lingüística y reclaman la implicación de «sindicatos, partidos, asociaciones y ciudadanía» en defensa del catalán. En este sentido, proponen como estrategia «no cambiar de idioma» y convertir el catalán en «una lengua de gran prestigio social».