Cataluña contará con su propia Ley Trans, que pretende garantizar los derechos de las personas transexuales en esta comunidad autónoma y cuya tramitación discurre casi en paralelo con la de la controvertida ley nacional promovida por el ministerio que dirige Irene Montero, ha llegado esta semana al Parlament, como paso previo a su exposición pública. En el caso catalán, es la Conselleria de Igualdad y Feminismos, en manos de la republicana Tania Verge, la encargada de poner en marcha una regulación legal que incidirá en cuestiones como la consolidación del «modelo de salud trans», según ha explicado Verge en el Parlament. La nueva ley se expondrá el próximo mes de enero y Verge espera que sean principalmente los transexuales y los colectivos que los representan los que hagan aportaciones a la misma.
La consellera ha dejado claro que esta nueva ley, que llevará por título el de ley integral de reconocimiento del derecho a la identidad y la expresión de género, irá más allá en temas como «el derecho al libre desarrollo de los niños y adolescentes transexuales, de acuerdo a su identidad expresión de género». Verge, por otro lado, ha pedido a los grupos de la Cámara su apoyo a esta nueva ley. Sobre todo a aquellos que «entienden que los derechos humanos no se cuestionan, sino que se garantizan«.
Memoria histórica
La ley prevé la prohibición de las llamadas terapias de conversión y respaldará la promoción de la inserción laboral de las personas trans. Además, y según ha señalado Verge, «definirá mecanismos de reparación y de memoria histórica«, especialmente dirigidos a las mujeres transexuales, que han sido las más «perseguidas y reprimidas».