Una encolerizada Laura Borràs no ha dudado este martes en echar al diputado de Ciudadanos Nacho Martín Blanco del Parlament por recordarle que está obligada a mantener la neutralidad como presidenta de la Cámara autonómica. La discusión ha tenido como origen la defensa que ha hecho la ultra Borràs del diputado de la CUP Pau Juvillà, que acaba de ser inhabilitado por colgar lazos amarillos en la fachada del Ayuntamiento de Lérida en periodo electoral.
Martín Blanco ha recordado a Borràs que, como presidenta del Parlament, está obligada a mantener la neutralidad. Algo que no ha gustado a la número 2 de Carles Puigdemont, quien le ha retirado la palabra apelando a que es ella quien tiene la potestad de decidir quién habla en las sesiones. Ante las protestas del diputado de Ciudadanos, Borràs se ha mantenido en sus trece, cada vez más alterada, en una actitud que recordaba, y mucho, a la de la también presidenta de la Cámara, Nuria de Gispert.
Los diputados de Ciudadanos han seguido protestando elevando la voz y dando golpes en sus escaños. Algo que ha enfurecido aún más a Laura Borràs, quien ha acabado por echar a Martín Blanco de la sesión, entre los aplausos de los partidos separatistas.