La vida en el planeta Tierra puede desarrollarse gracias a que recibimos energía de una central natural de fusión nuclear que se llama Sol. Si el Sol se apaga adiós. Todos congelados. Esta es la realidad. No sé si los radicales antinucleares se han dado cuenta de esta, entiendo que, para ellos, triste realidad. La vida existe gracias a la energía nuclear solar.
A través del proyecto ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), estamos intentando reproducir el Sol a pequeña escala en centrales nucleares de fusión, energía producida por la unión de dos átomos. Es un proyecto a medio plazo, mientras tanto tenemos centrales nucleares de fisión, energía producida por la rotura de un átomo, que aportan mucha energía con un volumen muy pequeño de material: 5 gramos de uranio equivalen a 1000 Kg de carbón, o 565 litros de petróleo o 480 metros cúbicos de gas.
Sin energía perdemos todo nuestro nivel de vida. No funcionan las fábricas, no podemos calentarnos, no podemos movernos, no podemos alimentarnos. Por el contrario, con energía somos capaces de hacer cosas increíbles. Si tenemos energía, por ejemplo, disfrutaremos de toda el agua que queramos y donde queramos. Con energía desalamos el agua del mar y la bombeamos hasta donde convenga y convertimos un desierto en un vergel.
Un planteamiento erróneo del modelo energético tiene consecuencias muy serias. Si tenemos una energía cara no somos competitivos
Por ello, un planteamiento erróneo del modelo energético tiene consecuencias muy serias. Si tenemos una energía cara no somos competitivos. Si además resulta que dependemos de terceros, la situación es muy grave. Somos un enfermo que precisamos estar en todo momento conectados a una transfusión de sangre. Transfusión que no solo viene de lugares lejanos, sino que su recepción depende de múltiples factores, geopolíticos, logísticos, etc., que escapan a nuestro control. Lo peor del modelo energético europeo es sin duda esta dependencia energética. Putin, en un video que circula por Internet, se cachondea de los alemanes, se pregunta cómo piensan calentarse (ver video), ironiza que hasta la madera hay que ir a buscarla a Siberia.
Dependencia que podríamos ahorrarnos, pero resulta que no queremos o no sabemos aprovechar los recursos que tenemos, uranio y carbón y nos desangramos económicamente comprando la energía fuera y entregando a terceros nuestro futuro. En la vida hay que usar los talentos o los medios que uno tiene. No se puede ir con un lirio en la mano. Todo tiene un coste.
Cegados de ideología autodestructiva y maltusiana, de falso ecologismo, seguimos sin rectificar
España sería 100% autónoma energéticamente si extrajera el uranio de las minas que tiene en la provincia de Salamanca y en Extremadura, lo enriqueciera y lo utilizara en sus centrales, en las actuales, en las que no se debía haber abandonado nunca a media construcción, algunas prácticamente finalizadas, y en las nuevas centrales que tiene que empezar a construir ya.
Podríamos tener el ciclo completo, no haría falta adquirir combustible en el extranjero. Pero cegados de ideología autodestructiva y malthusiana, de falso ecologismos, seguimos sin rectificar. Acabamos de no autorizar al parecer de forma definitiva, no caben recursos, una mina y una planta adjunta de enriquecimiento de uranio en Retortillo.
El parón nuclear establecido por el gobierno de Felipe González nos costó en directo la friolera de 5.717 millones de euros que pagamos religiosamente durante dos décadas en la factura de la luz. El coste real es muy superior porque, además, habría que calcular el sobrecoste y la descapitalización que para el país ha significado comprar gas y petróleo, cuando no carbón, para producir electricidad. El parón socialista represento no poner en funcionamiento Valdecaballeros I y II, Lemoniz I y II y Trillo II. El plan original era construir 24 reactores. Francia tiene 58 y cuando tenemos problemas nos vende la energía que necesitamos, de origen nuclear claro. Por mucha planta eólica y solar que se haya instalado, ni es suficiente ni es fiable, funciona aleatoriamente en base a aspectos que no podemos gestionar, si hace viento o hay sol.
Por mucha planta eólica y solar que se haya instalado, ni es suficiente ni es fiable, funciona aleatoriamente en base a aspectos que no podemos gestionar
El único accidente trágico de carácter estrictamente nuclear que ha ocurrido ha sido Chernóbil. Fukushima, estaba parada cuando el tsunami inutilizo los grupos de alimentación auxiliar, y no se pudo refrigerar el núcleo de una de las centrales. La alta temperatura del núcleo creó una burbuja de hidrógeno que explotó. Fue un tema muy serio, pero no fue propiamente dicho una explosión nuclear. Por contra, Chernóbil, era una central intrínsicamente inestable y sin edificio de contención, diseño soviético, estalló porque estaban jugando con ella, intentaban reactivarla sin alimentación externa. En el fondo explotó por la mentida consustancial al comunismo. Lo explica muy bien la serie de HBO Chernóbil, que pone en boca de Valery Legásov la siguiente frase “Cada mentira que contamos es una deuda con la verdad. Más tarde o más temprano hay que pagarla. Y así́ explota el núcleo de un reactor RBMK: por las mentiras” y añado de cosecha propia, y por las mentiras también explota una familia, una empresa y una sociedad. Lo estamos viviendo.
No podemos por tanto renunciar a los talentos y a las riquezas naturales que tenemos, los debemos utilizar adecuadamente. Estamos aquí para dominar el mundo (Genesis, 1:28). España tiene uranio, tiene talento, magníficos ingenieros, y tiene experiencia. Las centrales nucleares españolas son de las mejor gestionadas del mundo. Tenemos todo lo que necesitamos para generar prosperidad y evitar la dependencia energética del exterior. Es absurdo tener nuestras riquezas y nuestros talentos enterrados.
La energía nuclear no es perfecta, nada es perfecto en el planeta Tierra. De hecho, nos moriremos todos. Pero sí que es gestionable
La energía nuclear no es perfecta, nada es perfecto en el planeta Tierra. De hecho, nos moriremos todos. Pero sí que es gestionable. Los residuos radiactivos están muy controlados y se trata de volúmenes muy pequeños. Las nuevas centrales cada vez producen menos residuos y son más seguras. Existen los reactores de sales fundidas (MSR) o los reactores que utilizarán Torio en vez de Uranio. Como las versiones de los sistemas operativos de nuestros móviles y nuestros ordenadores cada vez son mejores, las centrales también mejoran con cada nueva generación. No abandonamos Windows 1.0 por mucho que nos dejó colgado el ordenador, lo mejoramos y lo seguimos mejorando en cada versión. Dejar la mejora continua es uno de los errores que comentemos asiduamente, tropezando de nuevo en la misma piedra.
Hay decisiones que no las pueden “tomar” políticos influidos por ideologías y por visiones cortoplacistas que miran a las modas del momento, a las próximas elecciones y que carecen de conocimientos adecuados. Las decisiones estratégicas hay que construirlas, hay que armarlas. Deben tomar decisiones las personas que tengan capacidad para ello, equipos multidisciplinares tras efectuar análisis y estudios agnósticos, estrictamente profesionales, contemplando ventajas e inconvenientes, riesgos y oportunidades. Merkel, pese a ser física, sin duda, se precipito ordenando el cierre de las centrales alemanas, dejo el país en manos de Putin.
Malthus niega la innovación y la mejora continua y por esto se equivocó en sus predicciones y continúan errando todos sus seguidores
Recalco que una de las ideologías que más han influido es el falso ecologismo de corte malthusiano, “el mundo no puede soportar a tantos seres humanos”. Malthus niega la innovación y la mejora continua y por esto se equivocó en sus predicciones y continúan errando todos sus seguidores. La energía nuclear es de las menos contaminantes, es fiable y regular y tiene una capacidad de producción enorme.
Por otra parte, ¿ha pensado el Gobierno de donde saldrá toda la energía necesaria para la movilidad eléctrica? ¿Ha pensado alguien que es necesario adaptar todas las redes de distribución para recargar los vehículos?
La dependencia de fuentes energéticas externas, gas ruso o argelino, hidrocarburos de Oriente Medio nos empobrece y nos convierte en esclavos. O cambiamos de modelo energético y reducimos el precio de la energía o la crisis, sumada a los desajustes provocados por el COVID, va a ser de órdago.
La tecnología de captura y filtrado de las emisiones de carbono también está mejorando y esto permitiría reactivar las centrales térmicas de carbón
Momentáneamente, solo nos queda la opción de modificar la forma en que se determina el precio de la energía eléctrica, el modelo marginalista como explica Antonio Espinosa en su artículo aquí en El Liberal. Este modelo hace que se pague el precio mayor y no el precio medio. También hay que eliminar el coste ideológico de la emisión de carbono. La tecnología de captura y filtrado de las emisiones de carbono también está mejorando. Esto permitiría reactivar las centrales térmicas de carbón.
No es una buena idea abandonar tecnologías, lo que hay que hacer es mejorarlas, pero ya sabemos que el hombre es el único animal, repito, que tropieza n veces en la misma piedra. Europa debe ser más pragmática y sensata y dejarse de ponerse encima cargas insoportables que otros evitan. Tiene que ser autónoma en el suministro clave que precisa para vivir, la energía, que le permitiría además ser competitiva y reindustrializarse.
Nota: Si quiere estar al día sobre energía Nuclear siga la cuenta Operador Nuclear @operadornuclear en Twitter o lea su libro La Energía Nuclear salvará al Mundo.