Parece que cualquier aspecto relacionado con lo militar genera rechazo en el Gobierno catalán. Así ha quedado de manifiesto después de que surgiese una alternativa para el cierre de Nissan en Barcelona consistente en convertir sus instalaciones en un taller de tanques militares y que la Generalitat se negase en redondo a considerar esta opción. «Cuenta con la absoluta disconformidad del Gobierno, nos oponemos», han asegurado desde la Generalitat, que confían en que las negociaciones que siguen abiertas con la compañía china Great Wall lleguen a buen puerto. Si no, «hay muchas otras opciones», han defendido.
La candidatura de Tess Defense, fabricante de vehículos blindados, proponía que una parte de los terrenos de Zona Franca —150.000 metros cuadrados de un total de 500.000— se transformasen una zona de mantenimiento de coches militares. Ante el rechazo de la Generalitat, y según informa ABC, Defensa afirma que llevará a cabo el mantenimiento de los vehículos pesados en la futura base logística de Córdoba.
Más inyecciones públicas
Mientras, el Govern sigue trabajando en nuevas ofertas para convencer a Great Wall y que se quede finalmente en Barcelona, pese a las dudas y demandas del gigante chino. De momento, no se sabe si aceptará o terminará abandonando sus planes. En cualquier caso, según informa La Vanguardia, el presidente de la empresa china tiene en estos momentos en sus manos una carta firmada por la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el conseller de Empresa, Roger Torrent, con una nueva oferta que pasa por por mejores condiciones y más ayudas públicas —en un principio, se habló de 100.000 millones.