Felipe VI ha vuelto este lunes a Barcelona con el fin de presidir la entrega de despachos a la LXX Promoción de la carrera judicial. Lo ha hecho en un acto en el que también han participado la ministra de Justicia, Pilar Llop; el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes; el presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, entre otras autoridades.
El monarca ha hecho entrega del despacho y de la Cruz de San Raimundo de Peñafort al número 1 de la promoción, David Fernández. En su discurso, Felipe VI ha recordado que «una sociedad plenamente democrática» como es la española «solo puede desarrollarse en paz y concordia si cuenta con un mecanismo neutral e independiente para la resolución de los conflictos«.
Plantón, pero menos, de Aragonés y Colau
La visita del monarca ha cosechado todo tipo de críticas por parte de los separatistas, como es habitual cada vez que se desplaza a Cataluña. El presidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, no ha asistido al acto. Tampoco lo ha hecho la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Asistirán, eso sí, al acto que Foment del Treball celebrará en honor a Isidre Fainé y que estará presidido por Felipe VI.
En redes como Twitter han acusado a Felipe VI de, entre otras cosas, participar en un «acto político» o de «hacer una pinza» con la Justicia y en contra del separatismo.