Los milagros existen y hoy les contaré uno que se llama Helena y vive en el País Vasco. Esta vez, la historia que les traigo, tendrá como telonero un prólogo que le hará brillar todavía más.
Hace unos días se estrenó el famoso anuncio de la lotería de Navidad, una historia preciosa en la que alguien regala un décimo anónimamente a otra persona. A su vez, el destinatario le imita la acción. Y así, sucesivamente. El 22 de diciembre una lluvia de millones premió esa cadena de amor con una gran fortuna. Ciertamente, Loterías del Estado tiene maña para llegar a los corazones en su spot navideño. Sin embargo, reconozco que cada año vuelve a chirriarme ese derroche de buenismo.
Alguien debió leer mi pensamiento y, días después, me demostró que estaba equivocada. La realidad supera la ficción y los milagros existen. Este se llama Helena y vive en el País Vasco.
Unas navidades muy especiales para Dogui y sus amigos
Dogui es un perrito algo complicado, no ha tenido una vida fácil y su carácter no es compatible con una adopción. Sin embargo, está en manos de un equipo humano que lo cuida, lo mima y le proporciona un espacio confortable donde vive dignamente en la protectora de SPAC Torredembarra.
Hace dos meses, el dueño del terreno donde se encuentra la protectora comunicó a los responsables que había decidido vender. Ahí empezó una carrera contrarreloj que no parecía tener una buena meta para Dogui ni el resto de animales que viven junto a él, unos 130 perros, 80 gatos, varios cerdos vietnamitas, un caballo y un burro.
Empezó una carrera contrarreloj que no parecía tener una buena meta para Dogui ni el resto de animales que viven junto a él, unos 200 perros y 80 gatos.
El hombre pedía a SPAC 120.000 euros para traspasar la actividad de la protectora, una cantidad que solo podrían pagar si se producía un milagro, cuenta la portavoz de SPAC, Noemí Godas. «Empezamos a barajar el traslado a otro lugar pero no fue posible y en septiembre, a la desesperada, pedimos ayuda a través de redes sociales para intentar recaudar lo que nos pedían y así salvar la protectora».
«Empezamos a barajar el traslado a otro lugar pero no fue posible»
La humanidad empezó a dar la cara rápidamente: colegios, particulares, asociaciones y empresas se unieron a la lucha y empezaron a gotear las donaciones. Sin embargo, hace una semana todavía faltaban 70.000 euros para que ese lugar pudiese seguir en pie.
Entonces apareció Helena
Sin saber por qué, alguien, a cientos de kilómetros de Torredembarra cogió su teléfono y escribió un wattssap a Miriam, una de las chicas de la protectora. «¿Cuánto os falta?, mañana tenéis el ingreso».
¿De verdad alguien iba a donar 70.000 euros para salvar la protectora?. No lo podían creer, pero así fue. Horas después SPAC Torredembarra se había salvado gracias a todas y cada una de las aportaciones y, por supuesto, a la de Helena.
«No estamos soñando, nos quedamos en la protectora. Nuestros animales están salvados»,
«No estamos soñando, nos quedamos en la protectora. Nuestros animales están salvados», celebraban hace dos días a través de las redes. «Estamos llorando de alegría, temblando, es indescriptible todo lo que estamos sintiendo. Gracias, gracias y gracias».
La familia de SPAC Torredembarra ha transmitido a El Liberal su agradecimiento a todas aquellas personas que con su granito de arena han logrado que se produzca el milagro. A las ayudas económicas, a quienes han realizado manualidades para recaudar fondos, a aquellos que han colaborado dando difusión. Todas y cada una de esas personas podrían ser los protagonistas de ese spot que no acababa de creerme. La empatía y buen hacer se multiplicó, hizo piña y ganó el primer premio. La protectora sigue en pie y en ella, peludos y cuidadores vivirán unas navidades inolvidables.
La protectora sigue en pie y en ella, peludos y cuidadores vivirán unas navidades inolvidables.