Pese a que la mayoría de la sociedad catalana rechaza la inmersión —nueve de cada diez ciudadanos, según un encuesta de SCC— y ésta perjudica el aprendizaje de los catalanes castellanohablantes —los más desfavorecidos socialmente—, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, en muchas ocasiones cercanos a las tesis nacionalistas, nunca han dejado de defender el polémico sistema. Ahora, tras la sentencia del Tribunal Supremo que lo declara ilegal e insta a que el castellano también sea vehicular en la educación catalana, ambos sindicatos han salido a defenderlo.
Por una parte, UGT Cataluña ha lanzado en redes una campaña para defender la exclusión del castellano escolar con la imagen de una niña mostrando la palma de su mano a modo de rechazo y acompañada del lema El catalán no se toca. «La UGT de Cataluña no aceptaremos ningún modelo escolar impuesto que pretenda la ruptura social del alumnado mediante la segregación», han defendido. Asimismo, han asegurado que el monolingüismo vehicular actual es una «herramienta de cohesión de primer orden e imprescindible de la escuela catalana». Por todo ello, el sindicato ha afirmado que «luchará y hará todo lo que sea necesario para garantizar la continuidad del actual modelo de inmersión lingüística».
Comisiones Obreras, por su lado, han publicado en redes una imagen de una joven cruzando los brazos en forma de aspa junto al lema ¡Defendamos el modelo lingüístico de la escuela catalana! En sintonía con esta proclama, han instado al conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, a «garantizar la seguridad jurídica de los docentes, más formación y recursos para cuidar el modelo educativo actual».