Más de 50 delegados y delegadas de UGTPRESONS se han encerrado en el interior del complejo del Distrito Administrativo de la Generalitat, en la calle Alts Forns, 44, donde se encuentra la sede del Departamento de Justicia, para exigir a la consellera de Justicia, Lourdes Ciuró i Buidó que actúe de manera decidida en defensa de los profesionales penitenciarios.
La punta del iceberg
Según ha manifestado el sindicato a través de un comunicado, «las cuatro agresiones gravísimas que han sufrido diversos trabajadores en los centros penitenciarios de Ponent, Brians 2 y Quatre Camins, en este último caso con la amputación de la falange de un dedo, solo son la punta de un iceberg que esconde una realidad penitenciaria que pone en permanente riesgo las vidas de los profesionales penitenciarios mientras la administración penitenciaria mira a otro lado».
UGTPRESONS denuncia que son los responsables penitenciarios, con la consellera en cabeza, los únicos culpables del ambiente irrespirable que se vive en las prisiones. «Mantienen conscientemente una plantilla bajo mínimos a la vez que envejecida, con una media de edad que ronda los 54 años y que, en algunos centros se aproxima a los 59, así como unas políticas que están provocando un pérdida de autoridad difícil de recuperar».
UGTPresons denuncia que son los responsables penitenciarios, con la consellera en cabeza, los únicos culpables del ambiente irrespirable que se vive en las prisiones.
Según ha declarado el responsable de UGTpresons, Jordi Bremer a El Liberal, la situación del colectivo es alarmante. En primer lugar, por el envejecimiento de la plantilla debido a la falta de oferta pública. «La muestra está en la última agresión en el centro penitenciario de Brians 2 con un interno de 22 años pateando en el suelo a un funcionario de 60». ¿Alguien se imagina a un bombero con 60 años apagando un fuego?, se pregunta.
«La muestra está en la última agresión en el centro penitenciario de Brians 2 con un interno de 22 años pateando en el suelo a un funcionario de 60». ¿Alguien se imagina a un bombero con 60 años apagando un fuego?
Jordi Bremer
Sea como sea, insiste Bremer, es importante que la administración valore a los trabajadores penitenciarios y los considere como lo que son, agentes de la autoridad. Mientras, el horizonte que se perfila para ellos no es demasiado esperanzador.