Las reacciones del stablishment nacionalista ante determinadas noticias ponen en cuestión que el movimiento separatista no sea en parte un movimiento xenófobo, tal y como han denunciado numerosos políticos e intelectuales constitucionalistas a lo largo de los años. Ha sido el caso de la respuesta del editor y colaborador de TV3 Eduard Voltas ante el hecho de que el Institut Català de Salut haya contratado en las últimas semanas a 600 enfermeras procedentes de Andalucía, cuyos tintes hispanófobos son evidentes.
Y es que Voltas alertó de lo siguiente en su cuenta de Twitter ante la llegada de las enfermeras a Cataluña: «Bienvenidos y bienvenidas, pero, por favor que la Consejería de Salud les haga pasar un curso de capacitación lingüística y al menos nos entiendan cuando nos atiendan. Si no es pedir demasiado». Acto seguido, y en previsión de la polémica que podía despertar su tuit, añadió: «Espero que ningún politólogo progre criptoespañolista me llame nazi por pedirlo». Cabe recordar que Voltas ya dio muestras en el pasado de su intransigencia lingüística al arremeter contra Ada Colau en 2020 por publicar un video en castellano, hecho que consideró «doloroso y desastroso».
Le recuerdan que «nadie pidió cuentas a Messi»
Como era previsible, el tuit hispanófobo cosechó el aplauso de numerosos radicales en las redes sociales. Pero también despertó críticas como la del activista constitucionalista Jordi Salazar, que puso de relieve el doble rasero lingüístico aplicado por Voltas: «En los 20 años que pasó en Cataluña, nadie pidió cuentas a Messi por no pronunciar ni una palabra de catalán. Ahora ya están pidiendo cuentas a 600 enfermeras andaluzas incluso antes de que vengan».