De nuevo, queda en evidencia el entendimiento y sintonía entre la izquierda soberanista y la izquierda netamente separatista. Y es que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, logrará sacar adelante sus presupuestos más difíciles con el respaldo de los comuns, si bien in extremis. Así lo ha explicado Aragonès en la reunión de urgencia convocada este mañana del Consell Executiu, después de Junts plantase unos acuerdos que incluyesen a la formación de Jéssica Albiach.
Los comunes se reunirán a media mañana para acabar de concretar su papel en las cuentas, pero ha trascendido que existe un «preacuerdo» para que el primer filtro parlamentario salga adelante gracias al apoyo de sus ocho diputados. Este apoyo tiene lugar después un pacto sellado con Esquerra anoche a última hora, gracias diversos encuentros en el Palau y llamadas telefónicas. De esta manera, los de Àlbiach retiran su enmienda a la totalidad y las cuentas podrán materializarse.
El rechazo de la neoconvergencia
El pacto llega tras el veto de la CUP, que eran considerados como socio preferente por los republicanos, y pese a las reticencias de los neoconvergentes, que se sentían más a gusto con el apoyo a los presupuestos del PSC. Sobre su negativa, en una comparecencia ayer por la tarde, el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, se opuso nítidamente a un acuerdo con los de Albiach alegando que «lo que no acordamos con la CUP no lo acordaremos con los comuns». Y es que, para Sànchez, era un error trasladar las políticas de Ada Colau al conjunto de Cataluña.