El rechazo a los símbolos de la democracia constitucional española es característico del separatismo catalán, pero no es exclusivo de estas fuerzas. Y es que, aunque los comunes no abogan formalmente por la secesión de Cataluña del resto de España, comparten con los separatistas el rechazo a cualquier signo vinculada a esta. Se volvió a ver ayer, cuando, como relata Okdiario, el Gobierno liderado por Ada Colau ha descartado conmemorar el Día de la Constitución con actos oficiales, tal y como le reclamó el PP en la Ciudad Condal.
Así, los populares pidieron formalmente al Ayuntamiento mediante un ruego en la Comisión de Presidencia que el próximo 6 de diciembre preparase «una serie de actos, con simbología y protocolo institucional, de la misma forma que se celebran fiestas locales o regionales». Y es que, según cuenta el PP de Barcelona al citado rotativo, esta celebración es tan importante como la Diada o el Día de Sant Jordi, por lo que «deberían tener un protocolo de celebración similar, con autobuses y edificios engalanados con las banderas oficiales entre otras cosas».
Bou culpa a Colau de dar la espalda a la Constitución
No obstante, desde las filas populares señalan que al Ayuntamiento se ha mostrado en contra sin apenas brindar explicaciones. Para el concejal Josep Bou, este rechazo muestra una vez más que el gobierno de Ada Colau da la espalda a «todos los barceloneses que creen en la Constitución como marco de libertad y convivencia». Pese al nulo entusiasmo que la Carta Magna despierta entre el Ejecutivo de Colau, para el PP de Barcelona ésta representa «la concordia, la unidad, la pluralidad, el consenso, la libertad, la igualdad y la solidaridad».