En el extravagante mundo del separatismo catalán todo es posible. Incluso la existencia de un parlamento virtual que tiene como único objetivo tutelar al real desde Waterloo y que se ha constituido este domingo en un acto celebrado en Canet del Rosselló y presidido por Carles Puigdemont. Es más, en esa imitación de cámara de representantes, la CUP ostenta la presidencia, ERC brilla por su ausencia y un payaso y un periodista con pasado de osado asaltapiscinas se han convertido en dirigentes de postín.
Esto es, en definitiva, la Asamblea de Representantes de la asociación Consell per la República, una entidad que nació con vocación de internacionalizar el procés y que ha acabado convertida en herramienta para uso y disfrute de Junts y del fugado Carles Puigdemont. La cupaire Ona Curto se ha convertido en presidenta de esta asamblea y la acompañan Joan Puig, director del digital La República, y el ex concejal de ERC, en estos momentos inhabilitado, Jordi Pesarrodona.
Transparencia y «contacto directo»
Poco se conoce de Curto, salvo que es concejal en Arenys de Mar de Servicios Municipales, Medio Ambiente, Playas, Turismo y Patrimonio. Nacida en 1988, Curto fue la gran sorpresa de las elecciones fake del Consell per la República, pues no había destacado hasta entonces ni como activista ni dentro de la CUP. Tras tomar posesión de su nuevo cargo virtual este domingo, la cupaire ha asegurado en un mensaje publicado en Twitter que la asamblea es «garantía de transparencia y de contacto directo con la ciudadanía». «Con el Consell per la República», ha añadido, «es posible».
La vicepresidenta primera de la asamblea es María Costa Baqué, alcaldesa de Banys d’Arles, en lo que los separatistas llaman la Cataluña Norte. Costa Baqué es traductora de profesión y afiliada a Junts. Durante 12 años fue responsable de Cultura en Perpignan y es miembro del partido Unitat Catalana. El vicepresidente segundo es Jordi Pesarrodona, ex miembro de ERC (omite este dato en su curriculum en la web de Consell per la República) y comediante de profesión. Entre sus méritos se encuentra el de intimidar a la Guardia Civil con una nariz de payaso a las puertas de la Generalitat en 2017.
El periodista que lloraba por subvenciones
Como secretario primero de la asamblea actuará el periodista y político Joan Puig, editor del digital La República. Siendo miembro del Congreso por ERC, Puig se hizo conocido a nivel nacional por invadir la piscina del periodista Pedro J. Ramírez en su casa de Mallorca, en bañador y con el carné de diputado en la boca. Le animaba el controvertido mallorquín Jaume Sastre, que decía que a los «foresteros» había que enviarlos a la Península en «barcos de rejilla». Recientemente, Puig también ha tenido cierta relevancia tras denunciar públicamente las escandalosas ayudas del Govern a los medios de comunicación. No porque le parecieran mal sino porque su medio había obtenido poco de las mismas.
¿Trabajará los fines de semana?
La quinta miembro de la mesa de la asamblea es la diputada de Junts Assumpció Lailla, enfermera y psicopedagoga. Más conocida como Titón, sorprende especialmente su nombramiento pues en la actualidad ocupa en el Parlament real la presidencia de la Comisión de Salud y forma parte de las de Educación y Derechos Sociales. Lailla ha asegurado este domingo que el Consell per la República es «primera herramienta de la república catalana» y ha añadido que es el momento de que «crezca desplegando una red fuera y dentro del principado hasta la independencia».