El centro penitenciario Brians-2, ubicado en la localidad de Sant Esteve Sesrovires, en el Baix Llobregat, será confinado a partir de este lunes por un brote de COVID-19 que, de momento, afecta a 92 internos y siete funcionarios de prisiones. Según recogen varios medios citando al Departamento de Justicia, la mayoría de ellos son asintomáticos y solo una persona ha tenido que ser trasladada al hospital tras desarrollar la enfermedad.
El confinamiento que entrará en vigor en las próximas horas supondrá la suspensión de los traslados de presos y la limitación máxima de entradas y salidas del centro. De los 13 módulos con que cuenta esta prisión, nueve están afectados por el brote. Dos de ellos han sido aislados, lo que significa que los reclusos deben permanecer en el interior de las celdas. Los siete restantes serán confinados, por lo que los presos y los funcionarios podrán desplazarse por el interior de los mismos pero no abandonarlos.
El 82% de los internos, según ha informado Justicia, han sido vacunados con Pfizer, AstraZeneca y Janssen. Todos serán sometidos a un cribaje. Además, está previsto que los vacunados con Janssen y los mayores de 70 años reciban otra dosis de refuerzo. Estas serán las primeras medidas para hacerle frente al brote mientras el comité de crisis decide si es necesario adoptar otras.