Parece que lo que le está permitido al líder neoconvergente fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, no le está permitido al resto de los miembros de Junts. Como ElLiberal.cat informó en su momento, hace dos semanas, Puigdemont se reunió en Bruselas con Roberto Ciambetti, presidente del Consejo Regional del Véneto y miembro de la Liga Norte. Sus aliados preferidos pertenecen a la extrema derecha flamenca. El flirteo del expresident con la ultraderecha europea fue denunciado por la prensa constitucionalista, pero ignorado por la nacionalista. Pues bien, ahora la dirección de Acció per la República, ha acordado suspender de militancia al presidente de Joves Junts, Anthony Sànchez, por haberse reunido con la ultraderecha catalana.
En concreto, Sànchez difundió en Twitter un encuentro con la promotora y líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols. A raíz de ello, Acció per la República ha resuelto suspender la militancia del joven alegando en redes que «normalizar la extrema derecha es un forma de banalización que consideramos una línea roja».
Ante esta situación la propia Orriols ha manifestado su incredulidad: «¿De verdad? Suspendéis de militancia a un chico por haber, a título personal, mantenido una simple conversación conmigo? ¿Y pretendéis que Cataluña se trague que la totalitaria soy yo?».
Por su parte, Sànchez ha reaccionado tildando de «injusta» su suspensión, y cuestionándola en numerosos tuits. En uno de los últimos, llama la atención sobre el hecho de que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, haya entrevistado en televisión al líder del PP en Badalona, Xavier García Albiol, o al periodista de El Mundo Arcadi Espada sin que ello le pasara factura.