Aires de purga en la renovación del Institut Català de Finances. Después de la crisis de los avales para los altos cargos de la Generalitat investigados por el Tribunal de Cuentas —que ya provocó la salida de varios consejeros—, la Generalitat ha dado un golpe de mano y ha relevado al consejero delegado del organismo, Víctor Guardiola. Según fuentes del Govern, Guardiola ha explicado que su salida se debe a «motivos personales», si bien es cierto que éste opinaba de manera opuesta en relación a los avales que defendía el Govern.
Cabe recordar que Guardiola se abstuvo en la votación del mencionado aval para cubrir la fianza de 5,4 millones de euros impuesto a varios altos cargos de la Generalitat por la promoción exterior de procés. En realidad, la mayoría de los miembros de la junta del ICF se mostraban contrarior a conceder el aval. Prueba del disenso en torno a la cuestión es que tres dimitieron antes de la votación, otros tres votaron en contra y el consejero delegado se abstuvo. Esto es, siete del total de once miembros estaban en contra.
Un exdirectivo de La Caixa como recambio
En cualquier caso, tras el cese aprobado hoy el sustituto es Jordi Òliva, ex director general de Política Financiera de la Generalitat. Hasta ahora, Òliva era el director de negocio de instituciones de Caixabank, entidad de la que se ha desligado en el expediente de regulación de empleo (ERE).