El matrimonio formado por Carles Puigdemont y Marcela Topor ha dedicado este domingo a estrechar las relaciones con el la ultraderecha flamenca del N-VA, formación que gobierna ahora mismo en Bélgica en coalición con otros dos partidos. El N-VA promueve, entre otras cosas, la aprobación de leyes que obliguen a los ciudadanos a conocer el neerlandés y a que esta sea la única lengua que puedan utilizar en sus relaciones con la Administración.
Puigdemont y su esposa han sido los protagonistas de un acto político organizado por el N-VA este domingo en el que el expresidente catalán ha asegurado que su objetivo es retornar a Cataluña como «un hombre libre«. Puigdemont, además, ha afirmado que levantará «la suspensión de la declaración de independencia» realizada en octubre de 2017 y que pasó a la pequeña historia del procés por durar tan solo 8 segundos.
En el mismo evento, Puigdemont ha dicho que se siente como «un objetivo a demoler por la maquinaria mediática española» a la que, además, ha acusado de estar «alineada acríticamente con el punto de vista de los tribunales y la policía». «Esto», ha añadido, «trasciende mi propio caso personal porque erosiona a España y a toda la UE».
Marcela Topor, por su parte, ha presumido en su cuenta de Twitter del ramo de flores que le ha sido entregado por parte de los representantes del N-VA: «Un día con sorpresa incluida de amigos flamencos que siempre están y no fallan nunca».