Todo vale con tal de lograr que la UE reconozca de alguna manera la legitimidad del procés. Tanto es así que el eurodiputado Toni Comín, que ha perdido la inmunidad y está pendiente de la decisión del Tribunal General europeo (TGUE), como Carles Puigdemont y Clara Ponsatí, ha recurrido este miércoles a la crítica directa en el Pleno del Parlamento europeo, mezclando su situación con el conflicto que mantiene en estos momentos la UE con Polonia. Comín se ha dirigido a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, para reprocharle la «inacción» contra España por «ignorar» supuestamente las decisiones de la justicia europea sobre su inmunidad. Algo que, ha afirmado, «legitima el desafío de Polonia».
Comín ha asegurado que se está «poniendo en peligro» la propia UE al «proteger» a España y «su deriva autoritaria«. A estas palabras le ha respondido el eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano, quien ha calificado el discurso del separatista como «desgraciado». Garicano, además, ha recordado a Comín que lo que está en juego en Polonia es «el estado de Derecho». El mismo estado de Derecho que, ha subrayado, «se rompió en Cataluña».
En un ejercicio de total cinismo, Comín, que recientemente intentó que España quedara fuera del reparto de los fondos Next Generation, ha retomado la palabra para asegurar que España «es la excepción de la UE» por su pasado franquista. Y ha añadido que quien vulneró el estado de Derecho en 2017 en Cataluña fue España «pegando a los votantes, metiendo en prisión a un Govern inocente y, ahora, persiguiéndonos en contra de lo que exige el Consejo de Europa». Ha obviado, lógicamente, la Constitución y las numerosas advertencias que recibió el Govern de Carles Puigdemont por parte de los tribunales antes de poner las urnas el 1 de octubre de aquel año.