Es conocido que una de las principales fijaciones del Govern es negar el carácter bilingüe de Cataluña —donde un 51% de la población tiene como lengua materna el castellano— para consolidar un improbable monolingüismo catalán. Sin embargo, décadas de exclusión del castellano como lengua vehicular en la Educación y de presencia anecdótica en la televisión autonómica no han logrado terminar con la fuerte arraigo de la lengua común en la sociedad catalana. Por ello, uno de los nuevos campos de batalla del nacionalismo lingüístico son las plataformas audiovisuales como Netflix o Disney+, muy populares entre los jóvenes.
Con este objeto, el presidente del Govern, Pere Aragonès se reunió ayer con entidades del sector audiovisual y de defensa del monolingüismo en catalán para tratar de forjar un «frente común» en este ámbito . Tras la reunión, en la consejera de Presidencia Laura Vilagrà reconoció que la preocupación del Govern es que los jóvenes ya no consumen medios convencionales como TV3 sino plataformas digitales como las mencionadas. Para paliarlo, el Ejecutivo catalán negociará con el Gobierno la implementación de cuotas de doblaje en catalán y blindar las competencias básicas que tiene sobre el control del audiovisual.
Entidades hostiles al castellano
Llamativamente, en representación del sector lingüístico acudieron a la reunión entidades de marcado signo nacionalista como Plataforma per la Llengua —que aboga por el catalán como única lengua oficial y espió a los alumnos en el patio para conocer qué lengua usaban— y Òmnium Cultural, colectivo conocido por su fuerte defensa del separatismo y sus planteamientos lingüísticos excluyentes.