El ex presidente de la Generalitat fugado de la Justicia española Carles Puigdemont pide no ser moneda de cambio en la mesa de negociación establecida entre el separatismo y el Gobierno de Pedro Sánchez. Así lo ha hecho saber en un artículo en el diario El Punt Avui, donde rechaza que se aborde su situación personal —esto es, el «exilio»— al considerar que una medida individual como el indulto no aportan «soluciones al conflicto político».
Así, en el artículo, que se ha publicado coincidiendo con el segundo aniversario de la sentencia bajo el explícito título de No fuimos al exilio para pedir el indulto, exige que «nadie hable por nosotros». «La solución al conflicto entre Cataluña y España es política y es colectiva; que no hay salidas personales ni soluciones a medida de nadie». Y añade: «Pido, pues, respeto. Lo pido también a mi gobierno por si ha tenido o tiene la tentación de incluir esta «salida personal» en las conversaciones que mantiene con el Gobierno español».
Pese a ello, Puigdemont no ve con malos ojos formar parte de la mesa de negociación como interlocutor aunque sea desde el extranjero. «Si se cree que tengo parte de responsabilidad en un verdadero proceso de negociación política con el Estado español, sin condiciones previas y con toda la ambición que se le ha de suponer, la puedo asumir perfectamente desde mi vida en el exilio. No hace falta que previamente me arreglen nada», argumenta.