Este jueves se ha conocido el resultado de la OPA (Oferta Pública de Adquisición) sobre Naturgy, lanzada el pasado 26 de enero por IFM (Fondos de Pensiones Australianos). Ha sido un fracaso.
IFM había ofertado adquirir hasta un 22,69% de las acciones de Naturgy a un precio de 22,07 euros por acción. Inicialmente puso como condición una aceptación mínima de un 17%, pero, finalmente, manifestó que se conformaba con un 10%.
Pues bien, el plazo para acudir a la OPA terminó el viernes 8 de octubre, y este jueves 14 se ha sabido que han acudido a la oferta un 10,83% de las acciones. Justo para salvar la cara, y a duras penas.
IFM, con un 10,83%, será el cuarto accionista de Naturgy, tras la Fundación La Caixa, con un 26,7%; GIP, fondo norteamericano con un 20,64%; y RIOJA BIDCO (alianza entre el fondo británico CVC y la familia March) con un 20,72%.
Conseguirá un puesto en el Consejo de Administración, pero no será ni mucho menos relevante en el gobierno de Naturgy.
FAINE HA GANADO LA BATALLA
Desde el principio, la OPA tuvo enfrente un enemigo poderoso: Isidro Fainé. El Sr. Fainé lidera la Fundación La Caixa, la cual, a través de su holding CriteriaCaixa, controla el 30% de Caixabank y el 26,7% de Naturgy. Los dividendos que la Fundación recibe recurrentemente de estas dos sustanciosas participaciones son la base para mantener la extraordinaria obra social de la Fundación (presupuesto del 2020: 502 millones de euros).
La entrada de IFM con un 22,69% del capital ponía en peligro el Plan Estratégico actual de la compañía y su política de inversiones y dividendos. Finalmente, el Sr. Fainé se ha salido con la suya.
CONCLUSIONES
1.No ha sido digna de elogio la conducta de IFM durante la OPA, sobre todo cuando hablaba de suprimir el pago de dividendos en Naturgy. Así esperaba convencer a los accionistas para vender. Esto no está bien porque, aunque la OPA hubiese triunfado, tal decisión no estaría exclusivamente en manos de IFM.
2.La caída de la cotización de las eléctricas, derivada del Decreto-Ley del pasado 14 de Septiembre, dando un hachazo a los “beneficios caídos del cielo” (entre otros hachazos), también era un argumento a favor de ir a la OPA. Se decía que la cotización de Naturgy en el entorno de los 22 euros se basaba exclusivamente en la existencia de la OPA. Por eso, terminada la OPA, la cotización descendería fuertemente, como había ocurrido con Iberdrola y Endesa.
Pero las cosas no se desarrollaron exactamente así. El impulso inicial del Gobierno tras su poco meditado Decreto-Ley se ha ido debilitando por las reticencias de Bruselas, por las reticencias del PNV y por la realidad de las cosas (hay muchas ventas de energía a precio cerrado). Por eso, la cotización de Iberdrola y Endesa comenzó a recuperarse.
Y, tras el juego de esos factores a favor y en contra de la OPA, el resultado ha sido el indicado: sólo un 10,83% del capital ha acudido.
Y este jueves la cotización de Naturgy no ha caído. Ni mucho menos. Ha subido un 4,62% y ha cerrado a 24,01 euros, casi 2 euros por encima del precio de la OPA. Increíble. Los que fueron a la OPA estarán rabiando.
3.Nos alegramos de que las cosas hayan terminado así y esperamos que no haya más guerras entre accionistas. Para que Naturgy siga siendo una gran multinacional española cotizada y mantenga la política de inversiones y dividendos diseñada en el Plan Estratégico 2021-2025.