Tras casi una década de procés y gobiernos municipales de signo populista, tanto Barcelona como el resto de Cataluña se han quedado rezagadas económicamente en relación a otras ciudades pujantes como Madrid. Dada esta situación, el Cercle d’Economia ha querido dar la voz de alarma reclamando al Govern de Pere Aragonès y al municipal de Ada Colau que «se alejen de los extremos que condicionan llegar a consensos de país» e impulsen de manera «urgente» un «modelo compartido de prosperidad». Y es que, según la organización presidida por Javier Faus, la actitud de ERC y Junts, por un lado, y de los comuns, por otro, podría dejar a Barcelona y Cataluña «atrapadas en una espiral de irrelevancia económica, de decadencia lenta pero inexorable».
A este respecto, el Cercle ha criticado que cuando Generalitat y Ayuntamiento tienen un modelo económico «a menudo es fuertemente ideológico, con falta de pragmatismo», mientras que «otras veces son modelos que generan confrontación, y, por lo tanto, difíciles de ejecutar en sociedades tan complejas y diversas como las nuestras».
Reiteran su apoyo a los indultos
Pese a ello, el Cercle no ha dejado de reconocer su apoyo en el comunicado a medidas que se encuentran en consonancia con las reclamaciones del separatismo —al que, como decimos, empieza ahora a criticar como fuente de inestabilidad. Así, han recordado su apoyo a los indultos a los dirigentes separatistas que protagonizaron la insurrección contra la democracia en 2017 o su recurrente reproche al supuesto déficit de financiación que padecería Cataluña a mano del resto del Estado.