El 8 de octubre de 2017 los constitucionalistas catalanes dieron un paso al frente y salieron en masa a manifestarse contra la intentona golpista que el separatismo llevaba a cabo desde principios de septiembre, con la aprobación de la ilegal ley de transitoriedad que convertía a Carles Puigdemont en caudillo de la Cataluña que decían que estaba a punto de independizarse. Solo una semana después de que se celebrara el referéndum ilegal separatista, y bajo el lema de Prou! Recuperem el seny, más de un millón de constitucionalistas tomaron las calles de Barcelona para exigir que Cataluña permaneciera en España, plantar cara al separatismo y reclamar al Estado una intervención que permitiera poner fin de una vez por todas al procés.
Convocados por Sociedad Civil Catalana (SCC), los partidarios de la unión de España, por primera vez en democracia, se atrevieron a decir que las calles también eran suyas y no solo de quienes, utilizando lo de todos, habían intentado subvertir el orden constitucional en favor de un más que posible régimen autoritario y populista.
Cuatro años después muchos han sido los que, en redes sociales como Twitter, han recordado aquella jornada. Y lo han hecho advirtiendo que, si vuelve a hacer falta, ellos también «ho tornaran a fer».