En la política española en general, y en la catalana en particular, no es habitual referirse al oponente como palabras tan duras como la de «enemigo«. Lo normal es hablar de adversarios, que viene a significar lo mismo pero que, como vocablo, no tiene connotaciones tan negativas. Sin embargo, los ultras de Junts van por libre en este sentido y, a medida que van pasando el tiempo, van mostrando un radicalismo cada vez más desagradable.
Es lo que ha sucedido este lunes cuando el diputado autonómico de Junts Salvador Vergés se ha referido al socialista Salvador Illa en su cuenta de Twitter como «enemigo». Vergés le ha adjudicado el calificativo en una respuesta a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que ha publicado un mensaje criticando que Illa haya recurrido ante el Tribunal Constitucional la admisión a trámite por parte de la Mesa de la Cámara autonómica de la petición de voto delegado del fugado Lluís Puig. Ante este recurso, Borràs ha asegurado tirando de ironía: «Esta es la realidad de la agenda para el reencuentro. Hay quien continua judicializando y atacando los derechos políticos de los diputados electos ante el Tribunal Constitucional».
«A tu lado presidenta», ha contestado Vergés, habitual adulador de Borràs en redes sociales, «hay quien habla de adversario; yo, ante hechos como este, hablo de enemigo«.