¿Está Cataluña a las puertas de un nuevo tripartito? Es difícil hacer cábalas en este sentido, pero, en las votaciones del debate de política general celebrado entre el miércoles y este jueves en el Parlament, se ha visto más sintonía entre ERC, PSC y En Comú-Podem que entre los republicanos y sus socios de gobierno, Junts y Guanyem-CUP. Buena prueba de ello ha sido la aprobación de una propuesta de los comunes con el fin de dar el respaldo de la Cámara autonómica a la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat. Propuesta que ha contado con la aprobación de ERC y del PSC y con el rechazo total de los socios de Pere Aragonés.
La portavoz de En Comú-Podem, Jéssica Albiach, ha subrayado que esta mesa de diálogo es «la herramienta más importante» para que Cataluña «pueda avanzar». Y ha señalado que este jueves «ha quedado claro» en el Parlament «quién defiende el diálogo y quién se sitúa fuera».
La falta de coordinación o de buena sintonía entre ERC y Junts se ha comprobado en otras votaciones como la relativa a la ampliación del Aeropuerto del Prat. En este caso, la posconvergencia no ha tenido problema en pactar con los socialistas de Salvador Illa una propuesta para pedir al Estado la recuperación de la inversión prevista por AENA en el aeródromo catalán y que el Gobierno central dejó en suspenso ante la falta de apoyo de ERC.
No a un nuevo referéndum
Sorprendente ha sido la abstención de ERC ante la propuesta de Guanyem-CUP de convocar un nuevo referéndum de autodeterminación. Pero más aún el voto en contra de Junts a esta posibilidad. Sí ha habido acuerdo, sin embargo, a la hora de dar el visto bueno a una propuesta conjunta de republicanos y posconvergentes sobre impulsar la aprobación de una ley de amnistía en el Congreso. Algo que ERC pretende negociar en la mesa de diálogo que Junts rechaza.
Lo cierto es que En Comú-Podem no ceja en su empeño de reeditar el tripartito. Un objetivo al que parece haberse sumado el PSC, cuyo líder, Salvador Illa, se ha referido estos días en diversas ocasiones al «Govern en la sombra» que trabaja, al parecer, para colaborar con ERC en el caso de que los republicanos rompan su acuerdo con Junts. Mientras tanto, los posconvergentes siguen sin ser capaces de adaptarse a su papel de segundones de ERC y esto les lleva a dar bandazos a un lado y al otro para intentar no perder protagonismo. Y es que tampoco se puede obviar que Junts está solo un escaño por debajo del partido de Oriol Junqueras, aunque las últimas encuestas le auguran un futuro poco brillante