La historia oficial señala que el Gobierno permitió la celebración del referendúm ilegal del 9-N pero trató de impedir el acontecido el 1 de octubre. Es conocido que la policía actuó en éste último para tratar de abortarlo, pero, ¿hizo el Ejecutivo central todo lo posible? Eso es lo que plantea el periodista Eduardo Inda en OK Diario, que en un artículo publicado el pasado domingo titulado Soraya dejo escapar a Puigdemont, mantiene que la entonces vicepresidenta del Gobierno de Rajoy no solo dio la orden de no confiscar las urnas del famoso referendo sino que también permitió que Carles Puigdemont huyese al extranjero pese a tenerlo vigilado.
«Los hombres y mujeres del Área de Seguimientos de la Policía que tenían localizado el grueso de las urnas en tres naves de San Cugat, a tiro de piedra de Barcelona, recibieron de madrugada la orden de quedarse de brazos cruzados. Contemplaron, con un mix de cabreo e impotencia, cómo las cajas chinas partían rumbo a los colegios de buena parte de Cataluña», relata Inda. El periodista prosigue contando que los agentes contemplaron con un «mix de cabreo e impotencia» como las urnas partieron rumbo a los colegios de buena parte de Cataluña —otra parte no se detectó porque se encontraba en domicilios particulares. « Conociendo el percal no descarto que se tratase de un nuevo intento de jaque mate al rey monclovita por parte de su subordinada [Soraya Sáenz de Santamaría]», afirma.
Orden de dejar huir a Puigdemont
Las revelaciones no acaban ahí. Según el director del rotativo, Puigdemont tenía vigilancia permanente del CNI y del Área de Seguimientos de la Polícia en su vivienda en la localidad de San Julià de Ramis. «No sólo tenía balizado su vehículo oficial sino que, además, tanto los espías españoles como los pata negra del Cuerpo Nacional de Policía disponían de aparatos capaces de escuchar a distancia todo lo que acontecía dentro del chalé propiedad del president», explica. Sin embargo, el expresident logró escapar. «Por qué salió? Pues porque, nuevamente, alguien, un alguien llamado Soraya Sáenz de Santamaría, que no en vano era la plenipotenciaria virreina de Cataluña, dio la orden de dejarle marchar con rumbo desconocido», asegura Inda.