El expresidente catalán Carles Puigdemont está desatado desde que las autoridades de la isla italiana de Cerdeña lo detuvieran la semana pasada durante varias horas respondiendo a la orden de búsqueda y captura emitida por el juez Pablo Llarena. Este hecho ha dado alas al líder de Junts, que, desde la llegada del republicano Pere Aragonés a la Presidencia de la Generalitat, había visto cómo su influencia sobre el separatismo se apagaba poco a poco. Anuncia «discurso institucional» para la simbólica jornada del próximo 1 de octubre y, además, intenta mostrarse poderoso ante su próxima comparecencia ante la Justicia italiana tres días más tarde.
Puigdemont, además, aprovecha el momento para lanzar algunas de sus peculiares propuestas. Por ejemplo, con la intención de demostrar a los magistrados italianos la supuesta «fuerza» de su Cataluña independiente y digital, anima a los separatistas a inscribirse en el Consell per la República. Algo que solo pueden hacer previo compromiso de pago de, como mínimo, 10 euros anuales.
Algo más de 99.000 socios
«Hemos de seguir fortaleciendo el Consell», indica en un mensaje publicado en la web de la asociación radicada en Waterloo, «y darle un impulso gigante de cara al 4 de octubre», fecha en la que tendrá que comparecer ante la Justicia italiana. En estos momentos, el Consell per la República tiene algo más de 99.000 inscritos y será este número el que, al parecer, el eurodiputado fugado de la Justicia española esgrimirá en el juzgado de Cerdeña como punto fuerte de su proyecto separatista: «La justicia italiana dejó libre a Carles Puigdemont sin medidas cautelares. Victorias como esta vuelven a poner en el centro de la ira unionista al Consell per la República. Señal de que estamos haciendo las cosas bien de que seguimos dando pasos para asumir el objetivo final de la independencia de Cataluña».