No corren buenos tiempos para Ada Colau, y es que pocos creen ya en la que fuese abanderada de la lucha contra el desahucio. Tanto es así, que cuatro jóvenes de la organización Frente Obrero han boicoteado su intervención en la presentación de la jornada «La vivienda en tiempos de pandemia», organizada por el Centro Ernest Lluch de la Universidad Internacional Menédez Pelayo y el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona.
«¿Dónde está el Ayuntamiento?», ha pronunciado un representante de Frente Obrero al poco de que Colau arrancase con su intervención durante el acto. «Cuando hay desahucios somos nosotros los que tenemos que ir a pararlos», ha increpado el joven a la edil recordándole, además, su ausencia ante los conflictos generados por el nuevo sistema de recogida de basura «puerta a puerta» o el «tanatorio de Sant Andreu», entre otras cuestiones.
«Estamos hablando de problemas reales»
Colau, acostumbrada últimamente al boicot en muchos de sus actos ha escuchado perpleja a los activistas antidesahucios que sin un ápice de duda han puesto sobre la mesa la inoperancia del ayuntamiento ante la ciudadanía. A los ciudadanos, han asegurado los detractores de Colau se les prometió mucho y se les ha dado la espalda, unos ciudadanos que votaron a una activista como alcaldesa de Barcelona y, según los jóvenes de Frente Obrero, no ha sido vista en ninguno de los desahucios llevados a cabo en la ciudad.
«Dejad hablar al resto»
La respuesta de Colau poco ha tenido de explicativa. Después de la retahíla de desatenciones hace la ciudadanía, enumeradas una a una por los chavales, la receptora de tales críticas ha contestado «dejad hablad al resto». «Ya os habéis expresado y os hemos escuchado».
Sin miedo a nada
Ada Colau no tiene miedo, así lo ha manifestado en diversas ocasiones como, por ejemplo, el pasado mes de agosto después de la intervención del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, encargado del pregón en la Fiesta mayor de Gràcia. Tras Cuixart, la plaza de la Vila se convirtió en un escenario absolutamente hostil contra la alcaldesa de Barcelona. A Colau no le dio tiempo hablar a causa de los pitidos y abucheos de los presentes.
Ni este ni muchos otros episodios, asegura la alcaldesa, tienen que ver con su gestión, sino más bien con una campañas de sus rivales de Junts en el consistorio.
«En Gràcia hubo un boicot y Junts lo hace explícitamente e incitan constantemente. Allí pasó otra cosa, que es impedir hablar, eso es diferente. Era otra cosa diferente a la protesta, una pitada para evitar hablar».