Lo más significativo del episodio de la breve detención del expresidente Carles Puigdemont en Italia ha sido su negativa a ser extraditado. La huida a Bélgica agravó la situación de los políticos presos de forma preventiva por el riesgo de fuga que él hacía evidente. Ahora, al expresar ante la juez italiana su voluntad de no ser extraditado, vuelve a demostrar que antepone su situación personal a los intereses de Junts. El incidente de Cerdeña no deja de ser una anécdota que no va a detener su pérdida de protagonismo personal y de la formación que encabeza. La encuesta de La Vanguardia consolida a ERC con 39-40 diputados. Ahora tiene 33. Una buena muestra de la tendencia a la baja de Junts, que pierde 5 escaños y pasa de 32 a 27.
Otra cosa sería que Puigdemont volviera a España. Su extradición condicionaría la política catalana y española durante los próximos años y devolvería al expresidente y a Junts el protagonismo que pierden día a día. Por eso me alegro de que no sea extraditado aunque la partida no se resolverá, en esta fase, hasta el 4 de octubre. Sólo el victimismo que generaría su ingreso en prisión puede devolver el brillo al pícaro errante.
Su extradición condicionaría la política catalana y española durante los próximos años y devolvería al expresidente y a Junts el protagonismo que pierden día a día
En el primer momento de su detención, pensé que la decisión de viajar a Cerdeña, que no estaba amparada por su inviolabilidad como eurodiputado limitada a sus viajes de Bélgica a las sedes del Parlamento europeo, formaba parte de un plan para acabar en España con la esperanza de ser indultado en un periodo de tiempo relativamente corto y la certeza de recuperar su protagonismo personal, condicionando la mesa de diálogo y alterando con ello la estrategia de ERC y PSOE. Era evidente que su presencia en Italia implicaba el riesgo de ser extraditado aunque finalmente esto no acabe, de momento, ocurriendo.
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Su aventura italiana ha vuelto a dar a Puigdemont un protagonismo fugaz. Ha vuelto a las cabeceras de los medios y a monopolizar tertulias. Pero ya hemos visto que su capacidad movilizadora ha sido muy pobre, entorno a 600 personas el domingo ante el consulado de Italia en Barcelona. Lo que verdaderamente condicionaría la estrategia de ERC y PSOE sería su ingreso en una cárcel española. Puigdemont ya ha demostrado que es un pícaro pero no un líder. Que siga así. Sí en los próximos meses el Tribunal General de la UE acaba definitivamente con su inmunidad su desgaste habrá sido tan grande y su derrota tan evidente que su vuelta a España será como la de un político derrotado con un impacto mucho más limitado que si su vuelta , voluntaria o forzosa, fuera ahora. Y si su inmunidad se mantiene no dejará de ser una molestia cada día que pase más irrelevante, limitada a alguna de sus ‘performances’ que, de hecho, perjudican más a los de Junts que al resto de fuerzas políticas.
El voto de Lérida vale casi 3 veces que en Santa Coloma de Gramanet. TENÉIS UN 26% DEL CENSO (UNA PERSONA UN VOTO)EN LAS «PLEBISCITARIAS» DEL 14-F.
Otto Von Bismarck : «España es el pais más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido».
YO DE UD. ME ENTREGARIA PARA PASAR UNOS MESES EN EL «HOTEL» DE LLADONERS Y DEJARME DE UTILIZAR POR GENTE COMO UN ETARRA Y RAHOLA DE TUNO QUE VAN A LO SUYO SIN PROBLEMA DE NINGÚN TIPO.UD. LLEVA CASI CUATRO AÑOS FUERA DE SU TIERRA PARA NADA.