El líder de Junts y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha mostrado este domingo partidario de trabajar por un referéndum sobre la independencia pactado con el Estado. «Nos gustaría que hubiera un acuerdo«, ha dicho, sorprendentemente, el también eurodiputado en un acto celebrado en la isla italiana de Cerdeña, donde aún permanece tras ser detenido y puesto en libertad el pasado viernes.
Puigdemont ha señalado, no obstante, que «nadie que se niegue a negociar con Cataluña el derecho a la autodeterminación tiene el derecho después a negar el derecho a la unilateralidad». Una enrevesada frase que se puede interpretar como una amenaza al Estado en el caso de no llegar a un acuerdo sobre la consulta.
El expresidente se sube así al carro del diálogo puesto en marcha por ERC con la mesa de negociación con el Gobierno central, que se reunió por segunda vez a mediados del pasado mes de septiembre en Barcelona. Los representante de Junts no participaron en el encuentras tras retar al presidente Pere Aragonés nombrando a personas que no tenían cargo electo.