El separatismo radical, es decir, el de Junts, ha puesto el grito en el cielo al comprobar cómo su cadena televisiva de referencia, TV3, trata a su líder, el fugado Carles Puigdemont. En los últimos días, la televisión pública catalana ha olvidado indicar en las noticias referidas al ex presidente que este ocupa precisamente ese cargo, reconocido por la Generalitat con honores, oficina propia y sueldo. Los responsables de la rotulación se refieren a él únicamente como «Junts», algo que ha indignado a sus adeptos.
Llama la atención este cambio en el trato a Puigdemont considerando que la cadena autonómica sigue en manos de gestores cercanos a Junts. Aún no se ha producido el relevo de Vicent Sanchis al frente de TV3 y ERC no ha colocado todavía a los suyos. Pero todo indica que, al menos en la redacción, algunos tienen claro que habrá un giro en el tratamiento de la información y comienzan a hacer puntos de cara a los nuevos directivos. Esto, como era de esperar, ha ofendido enormemente a la posconvergencia.
El ofendido ‘camarada’ Alay
El primero en denunciar lo sucedido ha sido el secretario personal del ex presidente, el controvertido Josep Lluís Alay, quien ha asegurado en un mensaje en Twitter que «la decadencia y sectarismo de los servicios informativos de TV3 es preocupante».
Ofendido se ha mostrado también el profesor de Comunicación de la Facultad de Comunicación de Blanquerna Francesc Vilallonga, quien ha calificado de «vergüenza» lo que está haciendo TV3.
No ha sido el único en mostrar su disgusto ante lo que consideran toda una ofensa para el supuesto «presidente en el exilio» de la efímera república catalana. Algunos tuiteros han lanzado duras críticas contra TV3, asegurando, por ejemplo, que la cadena autonómica sufre de «decadencia y españolización«.