Los que defendimos el indulto a los políticos presos como una forma de debilitar al secesionismo teníamos razón, como se ha demostrado en las manifestaciones de este sábado. Tras el fracaso de la intentona de golpe de estado de 2017, lo único que mantenía al movimiento relativamente unido era la reivindicación de la libertad de los políticos presos. Sin ese objetivo, el secesionismo ha quedado carcomido por la impotencia y las divisiones.
Enfrentamientos entre ERC y Junts, insultos a Junqueras, peleas entre grupúsculos de extrema derecha y extrema izquierda secesionista y, sobre todo, una asistencia muy pobre teniendo en cuenta que se trata de una manifestación organizada y publicitada desde el poder y los medios dependientes del mismo.
El Gobierno español debería tomar nota de que la sociedad catalana no demanda ni amnistía ni autodeterminación. Demanda superar la división, ocuparse de los problemas cotidianos, dejarse de planteamientos ideológicos y tratar de dejar atrás una década que ha empobrecido al país y generado confrontación social.
El Govern debería aparcar sus disensiones internas y dejar de desaprovechar ocasiones como la inversión del Aeropuerto del Prat
Y el Govern debería aparcar sus disensiones internas y dejar de desaprovechar ocasiones como la de la inversión del Prat. El sentimiento de decadencia ha calado en la sociedad catalana. Una decadencia impulsada por el secesionismo pero también por una izquierda estatalista, colectivista y partidaria del decrecimiento que anida tanto entre podemitas, como entre republicanos, y algunos socialistas.
Como no creo que las actuales fuerzas políticas hegemónicas sean capaces de afrontar esa tarea, es hora de rehacer el mapa político catalán. Del surgimiento de una nueva fuerza política que deje atrás esta etapa nefasta, que supere las divisiones identitarias tanto nacionales como de tipo colectivista y se centre en la reconstrucción de Cataluña priorizando la libertad y prosperidad de las personas. Al final lo único importante para dejar un país habitable a nuestros jóvenes.