Las restricciones por la Covid hacían prever que este año la Diada, la gran cita anual del separatismo, parecía destinada a lucir menos que en ocasiones anteriores. El motivo era la obligatoriedad en las manifestaciones de llevarlas a cabo de manera estática, sin desplazamiento de la cabecera ni del resto de asistentes, así como el cierre de los accesos al transporte público. Sin embargo, a cuatro días del 11 de septiembre, el Govern ha decidido poner fin a estos impedimentos, a través de un informe de la Agencia de Salud Pública aprobado ayer, en aras de hacer compatible el derecho de manifestación con la preservación del derecho a la salud.
A pesar de ello, se seguirá exigiendo una distancia de 1,5 metros entre asistentes con la excepción de que estos pertenezcan a las misma burbuja de convivencia. También se mantendrá un control de aforo para que un excesivo número de manifestantes no dé al traste con el cumplimiento del espacio mínimo por persona, así como se limitará el empleo de pancartas u otros objetos compartidos. Por otra parte, se exigirá obligatoriamente el uso de mascarillas y se recomendará el de geles hidroalcohólicos.
El Govern también dio a conocer ayer que elimina la restricción de diez personas como máximo en reuniones tanto en espacios públicos como privados.
Discursos en la Estación de Francia
Gracias a este levantamiento de las restricciones, la manifestación secesionista convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) podrá llevar a cabo su itinerario original: de la Plaza Urquinaona hasta la Estación de Francia. Allí, sobre las 18.30, están previstos varios discursos de representantes de la ANC, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI).