La ampliación del aeropuerto del Prat acordada entre la Generalitat y el Ejecutivo de Sánchez sigue generando polémica. A pesar de que el gobierno catalán y el central pactaron desbloquear una inversión de 1.700 millones para dicho proyecto, ahora el presidente del primero, Pere Aragonès, se ha desmarcado de la ampliación después de que el segundo diese a conocer el Documento de Ordenación y Regulación Aeroportuaria (DORA). En ella, según el presidente catalán se incumple lo pactado y se malograría la zona protegida de la Ricarda.
«El Dora de Aena que se ha hecho público no refleja el consenso establecido en el seno del Govern: asegurar la inversión sin dar nada por cerrado y definir los próximos pasos con un amplio acuerdo de todas las administraciones», manifestó ayer Aragonès. Y añadió: «Exigimos explicaciones y la rectificación de un DORA que malogra la zona protegida de la Ricarda. Cada paso que se da ha de incluir el compromiso del consenso». Y es que, para Aragonès, «preservar los espacios naturales no es una opción, es una obligación no negociable».
Choque con JxCAT
La reacción de los socios de Aragonès, Junts per Catalunya, ha sido de sorpresa, por cuanto no aprecian cambios importantes en el DORA respecto a lo previamente acordado. En primer lugar, porque la afectación no se da por hecha. Y en segundo, porque la concreción de la ampliación se negociará en el nuevo plan director del aeropuerto, cuya aprobación está prevista para el 2024 o el 2025. En principio, las obras comenzarán en 2026 y terminarán en 2030. En la misma línea, el Ministerio de Transportes, ha desmentido a Aragonès, señalando que no ha tenido lugar ningún cambio respecto a lo acordado entre el Govern y el Ejecutivo central. «Recoge los términos del acuerdo», ha aclarado.