Tal y como relata el ensayista David Jiménez Torres en su ensayo 2017, tanto el PSOE como el PP han participado desde la restablecimiento de la democracia de lo que él denomina La Premisa. Esto es, la convicción ficticia, como demostró el procés, de que el nacionalismo catalán podía ser apaciguado mediante concesiones. Ahora, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, parece decidido a borrar cualquier rastro de entreguismo al separatismo y abogar, por el contrario, por su debilitamiento. Así lo expresó en el acto Unidad nacional y Estado autonómico frente al nacionalismo, celebrado ayer en recinto modernista Sant Pau de Barcelona y en el que también participaron entidades constitucionalistas como la AEB, la Fundación Joan Boscà o S’ha Acabat.
En dicho acto, el líder de los populares esbozó las líneas maestras de su plan para combatir el problema nacionalista en Cataluña en caso de acceder al Gobierno en las próximas elecciones. Entre las medidas que contempla se cuenta el convertir en delitos la celebración de referéndums ilegales y la rebelión sin violencia, que equiparó al delito que en otros países se conoce como «alta traición». También propuso eliminar el Diplocat y toda la acción exterior de la Generalitat, así como modificar la ley Audivisual para poner fin a la «propaganda» del nacionalismo. Por último, contempla modificar la ley de Educación para acabar con el adoctrinamiento nacionalista en las escuelas.
«Hacer cumplir la ley»
El líder popular ha defendido estas propuestas como alternativa a la negociación del Ejecutivo con el separatismo, que ha considerado «aberrante» por cuanto el Gobierno de España se sentará en un una mesa «donde ya de entrada se pretende sortear la legalidad». Además, recordó que «no se puede negociar con los independentistas como si fuesen toda Cataluña», haciendo hincapié en que la mayoría de los catalanes son contrarios al proyecto secesionista. En contraste, abogó por derrotar al secesionismo haciendo cumplir la ley. «Son ellos los que tienen que perder la esperanza, no nosotros. Y si lo vuelven a hacer, volveremos a derrotarlos. No hay plan mas eficaz que este, fortalecer nuestra paciencia y acabar con su falsa esperanza», sentenció.