Una chapuza urbanística y una burla al ciudadano, así definieron algunos partidos de la oposición las bolas de hormigón que Ada Colau y su equipo de gobierno habían instalado en una zona de recreo infantil en la Escuela Ciutat de Palma en Nou Barris. Según el consistorio, estos elementos podían contribuir a fomentar y pacificar el juego en los espacios infantiles.
La crítica no se hizo esperar tampoco en redes sociales donde cuestionaban el ímpetu de la edil por minar los espacios públicos de obstáculos que, además de causar accidentes son un impedimento para el tránsito de personas invidentes o con movilidad reducida.
Pacificar el entorno escolar
El Ayuntamiento barcelonés ha decidido retirar estas piezas de hormigón de la Escuela Ciutat de Palma ya que no habrían conseguido el objetivo de que estas fuesen vistas como elementos de juego.
No es la primera vez que Colau se enfrenta a las críticas y acaba retirando algún elemento urbanístico como sucedió con los bloques de hormigón instalados en varios puntos de Barcelona. Después de varios meses de presión por parte de la oposición y diferentes asociaciones de motoristas denunciando el riesgo que suponen este tipo de elementos, la alcaldesa claudicó y, a principios de 2021 anunció su retirada progresiva.
Los proyectos de Colau en el punto de mira
El pasado 20 de agosto la alcaldesa de Barcelona volvió a ser noticia por las 8000 firmas recogidas en contra de otro de sus proyectos urbanísticos. En esa ocasión, fue el centro de menores tutelados Hogar San José de la Montaña, gestionado por las Madres de Desamparados en coordinación con la Generalitat, el que se vio afectado por la intención de la alcaldesa de abrir una calle entre los jardines del centro para unir las calles Maignón y Mare de Déu de la Salut.
A través de su página web, la institución denunció que desconocían las intenciones urbanísticas de la alcaldesa y que el centro había “recibido la información a través de los medios de comunicación y redes sociales”. Al parecer, no tuvieron constancia de estos planes del ayuntamiento hasta que un periodista llamó al centro para preguntarles sobre el tema.