El separatismo quiere la cabeza del Mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero. Últimamente, las relaciones entre el secesionismo y el líder de la policía autonómica catalana no eran las mejores. A sus declaraciones exculpatorias durante el juicio al procés —en las que aseguró que habría detenido a Puigdemont de pedírselo un juez— se le sumaron otros gestos que no gustaron al movimiento, como su asistencia a la visita del Rey Felipe VI a la fábrica SEAT o las Jornadas del Círculo de Economía, así como a la toma de posesión del nuevo general de la Guardia Civil en Cataluña.
Ahora, la traición se consuma a ojos del separatismo tras trascender, según La Razón, que Trapero habría visitado el pasado mes de julio a espaldas de la Generalitat el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y el Palacio de la Zarzuela. Tanto el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que le había retirado el mando de la nueva sección de escoltas, como el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ya veían con malos ojos a Trapero. Así, ERC pretendía que fuese Trapero quien renunciase al puesto ante la notoria falta de confianza que le muestran el president y Elena. Pero tras los viajes secretos a Madrid, sectores del Govern estarían pidiendo su destitución antes incluso de que vuelva de vacaciones.
Críticas de Turull y Llach
Asismismo, destacadas figuras del separatismo han arremetido duramente contra Trapero en las últimas horas. Por una parte, el exconsejero de Presidencia de la Generalitat y recientemente indultado por su papel en el procés, Jordi Turull, aseguró ayer en Twitter tras conocer los viajes de Trapero: «Ya no viene de aquí… Ninguna sorpresa desde hace tiempo. Cada cual con su conciencia».
Por su parte, el cantante Lluís Llach pidió ayer la destitución inmediata de Trapero y, de esta manera, «pasar página».