EL presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha explicado este lunes la situación real que atraviesa el club a nivel económico. Aunque ha intentado dar una imagen de optimismo, Laporta no ha podido evitar calificar de «dramática» la situación de la entidad, heredada de la anterior Junta Directiva, presidida por Josep Maria Bartomeu. A este se ha referido el actual presidente azulgrana como «mentiroso» después de las acusaciones que este fin de semana le ha lanzado Bartomeu en forma de carta. No han quedado ahí los descalificativos de Laporta, que también le ha llamado «oportunista» y le ha acusado de intentar «justificar lo injustificable».
«En esta carta encuentro mentiras en cada punto», ha dicho Laporta, «y no quiero que, con ese ejercicio a la desesperada, hagan que se escabullan de sus responsabilidades. Lo encuentro de mal gusto hacerlo público y más en este momento convulso, en que se mezclan las ganas de que empiece bien la nueva era con el desencanto de lo que se ha producido (salida de Messi). Es de oportunista».
600 millones de deuda con la banca
Y para dar contundencia a su respuesta, Laporta ha tirado de los números. Las cifras son explícitas. Una deuda total de 1.350 millones de euros y un patrimonio neto negativo de 451 millones. Dicho de otro modo, los activos del club serían de en torno a 900 millones, insuficientes para hacer frente a la deuda en caso de liquidación. La deuda principal es con la banca, más de 600 millones, y con los jugadores, más de 350 millones.
Una de las más graves consecuencias de esta situación ha sido la imposibilidad de renovar el contrato con Leo Messi. En este sentido, Laporta ha justificado el cambio de opinión de última hora en que las cifras del agujero dejado por Bartomeu eran superiores a las esperadas. El presidente también se ha referido en su rueda de prensa a la posible transformación del club en sociedad anónima deportiva (SAD). En este sentido, ha dicho que no es su modelo pero no lo ha descartado radicalmente. Sólo ha asegurado que los socios continuarán siendo los propietarios del club. Algo que también ocurriría, total o parcialmente, en caso de que el FC Barcelona pasara a ser una SAD.
Laporta, por otro lado, ha evitado entrar en confrontación directa con La Liga, presidida por Javier Tebas. Sobre esta cuestión, solo ha dejado claro que no tiene intención de rubricar el acuerdo con CVC y ha centrado toda su intervención en criticar la gestión de la anterior junta directiva. Ha lanzado duras acusaciones contra Bartomeu y su equipo por cuestiones como «un modus operandi que se saltaba los controles internos». Esto sucedía, ha dicho, en áreas como la de comunicación.
Moral alta
A pesar de todo, el presidente ha dicho que se siente «fuerte» para afrontar esta difícil etapa del Barça. Cuenta para ello con sus compañeros de junta, los ejecutivos y los trabajadores del club. Pero, sobre todo, ha subrayado, con los jugadores. Así, ha destacado el «gesto económico» de símbolos del club como Gerard Piqué y las negociaciones que se están llevando a cabo con el resto de capitanes y que, según ha afirmado, están yendo «extraordinariamente».
«La moral para revertir la situación es alta», ha insistido Joan Laporta, «tanto en el equipo como en el equipo ejecutivo y directivo». Confía en que sacará adelante al club a pesar de la mala situación financiera que atraviesa y de la salida de Messi. «El reto es grande pero unidos lo conseguiremos», ha abundado el presidente, «los capitanes me han dicho que se dejarán la última gota de sangre para que esta nueva era sea un éxito».